Contra todo pronóstico los hijos del león, no habían tenido contacto con el enemigo aún, la ciudad permanecía en un sepulcral silencio, solo roto por el viento que arrastraba el hedor metálico de la sangre. Los exploradores doblaron la esquina de la avenida principal, desembocando en una concéntrica plaza repleta de restos ardientes de vehículos y empalizadas de sacos terreros abandonadas de forma apresurada. A medida que los exploradores se desplegaban intentado abarcar toda la extensión de la enorme plaza central se hizo evidente el destino de los miles de ciudadanos y soldados imperiales....ocho pilas de cráneos inmensas dibujaban en el centro de la plaza un descomunal círculo, con restos de sangre y vísceras el interior del círculo describía el símbolo del dios khorne en todo su terrorífico esplendor. Entonces comenzó la lluvia, una densa lluvia de sangre que empapo completamente a los perplejos exploradores, la lluvia era tan densa que apenas podían ver a través de ella, y el sonido atronador de esa precipitación solo se vio interrumpido por los desgarradores gritos de los astartes situados más al frente. Legiones de mastines con collares broncineos saltaron desde todas direcciones sobre los exploradores, desgarrandolos, los Ángeles oscuros no pudieron mantener una línea entre la confusión cuando hordas de desangradores emergían de recién aparecidos portales violáceos y describían una letanía de muerte con sus espadas llameantes. En la retaguardia los componentes de la escuadra Jeremiel que aún no había llegado a la plaza, bajaron del vehículo, se toparon de frente con dos exploradores ensangrentados que huían en dirección contraria con la cara contraída de terror, al fondo los aullidos guturales de los canes demoníacos se incrementaron y la escuadra Jeremiel se vio envuelta en un feroz combate utilizando sus lanzallamas y el lanzallamas pesado del razorbak hacia todas direcciones en un intento de cubrir de prometio ardiente a la hueste demoníaca que se abalanzaba sobre ellos.
Sar Azazel se encontraba en órbita baja en la zona de lanzamiento, como varios días después de la llegada del gran maestre Azrael a la capital, Azazel se encontraba al frente de la tercera compañía embarcado y listo como fuerza de respuesta inmediata allí donde el combate le reclamara, eran largas jornadas de vigilia esperando la señal en la que una fuerza imperial se viera comprometida para así volver a descender en sus cápsulas a través de la ardiente atmósfera y enfrentar al enemigo, la tercera compañía conocida como la redentora, era especialista en este tipo de despliegues y llevaba toda la larga campaña realizando este tipo de acciones con mortal eficacia. La barcaza retribución comenzó un despiadado bombardeo orbital sobre los complejos civiles atestados de demonios, enormes estelas de fuego atravesaban las nubes sangrientas y detonaban en dantescas explosiones que convertían enormes extensiones en cráteres humeantes. Tras el bombardeo orbital, llegaron las cápsulas, una decena de cápsulas verdes se estrellaron por los cráteres de las explosiones y los restos de edificios que permanecían en pie, al unísono las compuertas se abrieron pesadamente y los Ángeles Oscuros de la tercera se vieron en el acto abriendo fuego sobre cientos de demonios que ya estaban corriendo hacia las cápsulas recién desplegadas. En medio de la batalla Sar Azazel con Ezequiel al lado dirigía el fuego de sus escuadras devastadoras, los demonios implosionaban justo antes de atacar a los Ángeles y el tiroteo se estaba desarrollando a una distancia muy próxima, donde el hedor de la sangre se colaba por los respiraderos de los cascos markVII. Aquí y allí los demonios caían abatidos por ráfagas de bolter, algunos conseguían llegar a las líneas de astartes enfundados en cerámita verde y conseguían destripar a los marines antes de desaparecer en neblinas de color sangriento.
Los Ángeles oscuros fueron cerrando el perímetro, nadie contaba con que la entidad del enemigo alcanzaba esas cotas gargantuescas, por cada desangrador o mastín, media docena más se materializaba, los Ángeles Oscuros ya no solo estaban cercados por demonios, bandas de motoristas sangrientos aceleraban a toda velocidad y pasaban acribillando con sus combiarmas las líneas de astartes leales, un escuadrón de land speeder del ala de cuervo descendió de las nubes y paso dando fuego sostenido de plasma tormenta y cañones de asalto sobre las filas demoníacas, creando un autentico espectaculo, los Ángeles Oscuros comenzaron a avanzar lentamente abriendo su propio cerco alentados por el apoyo móvil de la segunda, y dirigidos por Ezequiel y Azazel, que valiéndose de su poder sobre el inmaterium y su enorme espada de Caliban respectivamente, estaban dando buena cuenta del enemigo, la escuadra de mando con el estandarte de la tercera compañía en alto caminaba sin dejar de disparar metódicamente al ritmo en que sus líderes proseguían el avance hasta situarse en una montaña de cráneos en el centro de la plaza. Pero el avance fue frenado, los Angeles Oscuros no podían seguir avanzando, las transmisiones para pedir refuerzos no funcionaban, solo una risa estertorica acompañada de estática era lo único audible en el canal vox, la lluvia se intensificó, y unas campanas comenzaron a tañir en la lejanía, más y más portales demoníacos vomitaron sus nefandas legiones demoníacas, sobre los restos de un transporte civil cubierto de sangre el Heraldo de Khorne alzaba su enorme espadón señalando a los Ángeles Oscuros que habían improvisado un círculo en lo alto de la colina de cráneos. Cientos de mastines se lanzaban de forma suicida sobre los últimos veinte astartes que cubiertos de nieblas invisibles por obra de Ezequiel resistían en aquella posición, los land speeder dieron una vuelta y volvieron a zambullirse en la vorágine de enemigos con sus armas disparando al rojo blanco, entonces el primero explotó en pleno vuelo, el segundo recibió parte de la ráfaga que detonó el primer speeder y perdió parte del morro, estrellándose contra el tercero y saltando ambos vehículos graviticos en pedazos y volutas de humo, otra ráfaga empezó a acribillar el speeder tormenta de plasma cuando encaraba la amenaza, alcanzando el reactor plasmático y creando una brutal explosión que envió restos de fuselaje en todas direcciones.... Algunos de los restos cayeron sobre una pequeña escuadra de devastadores que resistía en las ruinas del mercado central, los que consiguieron emerger de los restos de fuselaje se vieron cubiertos por una enorme sombra, un descomunal Señor de los cráneos, algo semejante a un land raider con torso hercúleo de bronce y el aspecto de un caballero renegado, giro el torso hacia ellos, lanzando una lluvia de fuego sangriento que derritió sus armaduras y la carne en cuestión un pestañeo. El señor de los cráneos siguió avanzando aplastando demonios, y supervivientes de la fuerza de asalto por igual,
Sar Azazel seguía describiendo arcos con su espada, otro mastín decapitado se desintegró en una neblina roja, rotó sobre si mismo y lanzó un tajo descendente partiendo en dos a un desangrador, a su lado el campeón de la compañía apuñaló con su espada de duelo el rostro de otro mastín y bloqueo con su escudo de combate el sablazo de un desangrador para después disparar a bocajarro su pistola bolter y desintegrarlo. En el centro del reducido grupo de astartes Ezequiel entonaba una letanía desconocida con los ojos crepitantes debido a las energías del inmaterium y la temperatura bajo cero, los últimos ángeles oscuros combatían en círculo, hombro con hombro, en la colina formada de cráneos y restos de vísceras,
los cuerpos de muchos hermanos de batalla formaban parte del terreno bajo sus pies, y allí arriba, con el estandarte de la inmisericorde en el centro del anillo defensivo, los Ángeles oscuros eran una isla verde en un mar de sangre. Los demonios cargaban constantemente y los Ángeles oscuros resistían, pero cada hermano caído no era reemplazable... Las criaturas del inmaterium si, y más demonios ocupaban el lugar de los caídos, el canal vox emitía esa risa maligna, la desesperación se estaba apoderando de los angeles, entonces el Heraldo de Khorne cargo, con un movimiento de su espadón partió al campeón de la compañia, extrajo la espada y la incrusto en la clavícula del apotecario que combatía al lado del campeón abriéndolo hasta la cadera, lanzó un aullido brutal y la cabeza del hermano Gamus estalló en un espectáculo sangriento,. Sar Azazel corrió a enfrentarse al Heraldo, las energías de Ezequiel le cubrían de sombras y aprovecho la ventaja para clavar su larga espada calibanita en el pecho de la criatura, el Heraldo lanzó instintivamente un tajo, el tajo corto en la hombrera y partió el broche que ataba la capa a la armadura del señor de la compañía, con otro rápido movimiento el Heraldo propinó un garrazo, el casco de Azazel se quebró y cayó al lado rebelando tres cortes profundos en el rostro del ángel oscuro, Azazel lanzó un golpe diagonal, bloqueado por el Heraldo, por lo que ambos empuñando a dos manos sus espadas se enfrentaron rostro con rostro empujando al contrario, los músculos mejorados genéticamente de Azazel luchaban por apartar a un lado al líder de los demonios, mientras que el Heraldo de Khorne intentaba morder el rostro del capitán, al final el agotamiento hizo mella y Azazel cayó de espaldas el Heraldo se abalanzó victorioso sobre el para clavar su espada en un movimiento descendente, pero Azazel rodó, la espada del líder desangrador se clavo en el suelo, y con un giro de torso, Azazel decapitó al Heraldo que se desvanecio en una explosión de sangre y un alarido agudo dolorisimo.
Azazel se puso en pie, intentando recomponer la línea, solo quedaban trece ángeles oscuros, la señal del canal vox había vuelto, a parte de los 13 hermanos que le acompañaban, una escuadra de ángeles oscuros había conseguido subir a la altura de un edificio bastante al oeste de su posición, y estaba intentando pedir ayuda al resto de fuerzas presentes en el planeta, entonces el campo de invisibilidad se desvaneció, Ezequiel contraído por el dolor se derrumbó debido a su esfuerzo, todos los demonios presentes en la ciudad sintieron inmediatamente la presencia de los angeles oscuros de la plaza, y se lanzaron frenéticos desde todas las calles , edificios y avenidas sobre ellos.
Fue en ese momento cuando Sar Azazel recordó las palabras del extraño eldar que le había perdonado la vida tiempo atrás. " Te dejaré ir mon keig, porque tengo la certeza de que serás necesario en el futuro"
Sar Azazel no iba a abandonar a su compañía, pero todavía podía salvar a su amigo, agarro el cuerpo de Ezequiel que se encontraba inconsciente, coloco firmemente en su avanbrazo un dispositivo con forma de anillo de acero donde reposaban varias llaves, mientras realizaba esta operación podía oír el choque de espadas de sus últimos hombres intentando mantener el perímetro, y el sonido de un motor enorme y demoníaco aproximándose... Con delicadeza pulso unos botones en las llaves del dispositivo en un orden determinado, la energía comenzó a envolver a Ezequiel, y de pronto desapareció dejando restos de rayos y energía, cuando el arcano dispositivo de teleportacion de Azazel envío a su amigo de vuelta a la barcaza de batalla.
Eran como virutas de carne ante el ataque del señor de los cráneos, otra pasada de la colosal sierra y tres ángeles oscuros cayeron despedazados, otro giro de las orugas y más acababan atrapados en el barro sangriento para morir aplastados, los mastines se daban un festín con los heridos, y los restos de la compañía, en lo alto de un montículo de cuerpos, el último de los astartes, el que los lideraba, sangraba por múltiples heridas, la cara irreconocible bajo una mascara de dolor, seguía empuñando su espada lanzando torpes golpes que de cuando en cuando impactaban en el grupo de berserkes que jugueteaba con el, el señor de los cráneos acelero , se colocó enfrente del ángel oscuro y sin ningún tipo de ceremonia, dejo caer su hacha sierra convirtiéndolo en pulpa.
Como chacales los motoristas del caos arrastraban los cuerpos de los angeles oscuros por las calles, y las cabezas y cascos aumentaban las pilas de ofrendas, la tercera compañía al completo servía ahora de adorno al dios de la sangre como sangrientos y macabros trofeos y tótems erigidos con sus restos..
De los noventa y tres hermanos de batalla que componían la redentora, solo cuatro habían salido con vida de la zona de complejos, amparados en la noche los cuatro ángeles oscuros habían conseguido salir de la ciudad donde las partidas de guerra de berserkes se distraían en la profanación de los restos de la compañía y laceraban y calcinaban a los pobres desgraciados que seguían con vida, el estandarte de la compañía se había perdido, la semilla genética de los muertos no volvería al capítulo, lo único que los supervivientes llevaban consigo era el casco alado dañado de su señor de la compañía.