"El tintineo de las gotas de lluvia sobre el techo de los blindados no sonaba con el característico sonido metálico, en su lugar el sonido del chapoteo de la lluvia sobre el fango y el limo, era lo único que podía oírse aparte del sonido de varias docenas de motores acercándose.
Una intensa niebla cubría el valle desértico plagado de cráteres y montículos de escombros donde los restos de edificios consumidos hasta la estructura flanqueaban la deteriorada carretera que conducía al centro de la ciudad en ruinas. Be´lakor se encontraba en lo alto del campanario, sobre el contingente de Guardia de la Muerte que había decidido liderar en su plan maestro. Una figura imponente, con las alas replegadas en torno al cuerpo musculado, inclinada sobre si misma, con una corona ósea de enormes cuernos y la piel del color oscuro de la piedra bañada por la luz nocturna, despedía un aura majestuosa de oscuridad, una auténtica gárgola argéntea y solemne. Be´lakor era capaz de sentir las emociones de los mortales congregados a la espera tras los restos derruidos, agazapados, esperando el contacto inminente con el enemigo. Se deleitaba saboreando los matices en el ambiente, la tensión, el ansía por verter la sangre de los perros del falso emperador, y el hambre de gloria de los siervos de nurgle, el sabía muy bien interpretar el orgullo y la ambición de los paladines de los dioses, eso era lo que le había llevado a aceptar el pacto con el heraldo de nurgle, un pacto que le sería favorable a la larga, y que desencadenaría un cambio en el equilibrio del panteón oscuro, cuando su hijo favorito pasara a ser otro. La visión de Be´lakor era diferente a la de los seres humanos, el principie demonio percibía su entorno como una mezcla alterada de blancos y grises, donde las almas brillaban con luz propia, donde la oscuridad o la luz eran irrelevantes, donde nada podía escapar de su mirada. El enorme convoy ultramarine, que permanecía inapreciable para el resto de unidades debido a la intensa niebla que el mismo había invocado, era fácilmente detectable para su mirada demoníaca, los ultramarines no habían avanzado en linea por la carretera central dejando sus flancos expuestos a la emboscada, en cambio, la larga hilera de vehículos de transporte y land raiders se desplegó ordenadamente en una larga linea de avance frontal, manteniendo una ordenada formación y avanzando paralelamente y al unísono por las calles y estribaciones de la cara oeste de la población derruida, pero eso era algo que Be´lakor ya había previsto.
A medida que las unidades de ultramarines se internaban más en la masa de edicifícios, una presencia psíquica de gran poder aparecía como una marca incandescente y dolorosa en la psique del príncipe demonio, Be´lakor se dejó caer de lo alto del campanario, las alas se desplegaron y se poso suavemente en el suelo, en el centro de su ejercito de marines de plaga.
Un land raider azul con filigranas de oro, destrozo varios bidones con sus orugas mientras sorteaba un crater en el centro de la calle, en el momento en que volvía a reposicionarse dos descargas de luz rojas zumbaron saliendo directamente de la niebla y impactaron en el centro de su portón frontal, atravesando el blindaje e iluminando el interior del tanque lanzado los portones y armas superiores por los aires para aliviar la presión del vehículo destrozado. Un land raider aterrador, cubierto de pinchos y cabezas a modo de trofeo, con una charca malsana sobrevolada por moscas y la inscripción "Segador" en un ajado banderín de tela roída , atravesó la niebla y paso al lado del vehículo ultramarine en llamas, mientras continuaba abriendo fuego con sus armas a cuantos tanques enemigos se ponían a su alcance. La línea ultramarine detuvo su avance, las torretas de armas de los razorback giraban en busca de objetivos, los land raider se colocaban a vanguardia, pero eran incapaces de localizar a los marines del caos, los portones posteriores de los transportes cayeron, varias escuadras de astartes se desplegaron a la vanguardia de los transportes mientras apuntaban sus bolter a la niebla en busca de que los selectores de objetivo dieran resultado. Sonido de disparos esporádicos y explosiones resonaban alternativamente en distintos puntos del despliegue leal, fue entonces cuando se desato el infierno.
Con un susurro Be´lakor que sobrevolaba el campo de batalla disipó la niebla, las tropas bajo él se revelaron con claridad al tiempo que se abalanzaron sobre los ultramarines, el intercambio de fuego se produjo a quemarropa, una violenta descarga a bocajarro entre los marines de plaga y los ultramarines se sucedió de forma terrible, las armas de plasma y de fusión de ambos bandos destrozaron a sus homólogos y el fuego del bolter se convirtió en una melodía ininterrumpida aderezada con las explosiones de armas pesadas, los marines de plaga aguantaron en gran medida el fuego de los astartes, que por contrapartida comenzaron inmediatamente a ceder terreno y a replegarse sobre sus vehículos, muchas escuadras eran asaltadas por hordas de zombis que emergían de los edificios destrozados, enzarzándolas en un violento combate cuerpo a cuerpo mientras los marines de plaga avanzaban disparando un aluvión de proyectiles de plasma, bolter y chorros de fusión con sus armas destrozando astartes leales y zombis por igual. Los ultramarines que consiguieron llegar a sus transportes intentaron formar un perímetro en torno a un edificio central donde Tigurius permanecía con una unidad de centuriones intentando crear un punto solido en el centro de sus fuerzas, pero muchos de los razorbacks que emprendieron el recorrido hacia el punto de reunión fueron destrozados por las descargas laser del "Saqueador" que permanecía impasible al otro lado de la calle lanzando su letanía de muerte, un razorback y un rhino consiguieron cruzar la intersección custodiada por el land raider del caos, solo para que el rhino de retaguardia fuera asaltado, volcado y aniquilado por un diablo despedazador cubierto de oxido que apareció tras derribar enormes secciones de mampostería de una oficina del administratum abandonada.
Be´lakor observaba el aura que desprendía el psíquico ultramarine, era una tentadora mancha luminosa que destacaba sobre todas las demás figuras que cubrían el caótico campo de batalla.
El bibliotecario giraba su bastón generando auras en torno al grupo de ultramarines y fortalecía a los combatientes que intentaban mantener la situación ante el aluvión de zombis y engendros pústulentos que los acosaban desde todas partes. Los campeones de plaga espolearon a sus podridos astartes a cercar el ultimo reducto ultramarine, más y más legionarios del caos cubiertos de visceras y llagas con las armaduras abotargadas y el hedor de la corrupción mas enfermiza cubriéndoles, irrumpieron en el edificio por las ventanas y butrones comenzando el intercambio de fuego decisivo sobre los ultramarines, los centuriones habían sido abrumados por la ferocidad de los engendros y solo Tigurius y un pequeño grupo de ultramarines intentaban desesperadamente contener la marea de servidores del caos que les atacaban cuerpo a cuerpo en un intercambio brutal de golpes, descargas de proyectiles, y espadazos. Una escuadrilla mixta de land speeder y stormtalon apareció zumbando desde el flanco izquierdo lanzando un torrente de proyectiles y misiles sobre las hordas del caos en tropel, en un intento de aliviar la presión, pero el saqueador estaba al acecho, descargas sostenidas intermitentes de todos los sistemas de armas del land raider mugriento alcanzaron a los land speeder en diversos puntos, que cayeron girando sobre si mismos por los restos de la ciudad esparciendo fuselaje y volutas de fuego en todas direcciones, los stormtalon giraron para efectuar una nueva pasada sobre la amenaza blindada, comenzaron lanzando varios misiles que impactaron sobre el tanque despertando al demonio en su interior, la charca pantanosa del techo del vehículo comenzó a hervir cuando la entidad demoníaca poseyó los sistemas de armamento laser, lanzando dos certeros haces de luz cegadora que impactaron en la cabina de la aeronave mas cercana detonándola en el aire en un espectáculo multicolor.
Tigurius partió en dos a otro zombi de plaga, al mismo tiempo se giro y alargando su mano derecha lanzo una descarga de energía eléctrica sobre el marine de plaga que intentaba acuchillarle con su daga cubierta de miasma, el hermano Cantius seguía disparando su pistola bolter con el único brazo que le quedaba ante la marea de enemigos, los restos de distintas escuadras en torno a él estaban vendiendo caras sus vidas, pronunció otra ristra de palabras mientras la temperatura de su capucha psíquica descendía a niveles insoportables pero no consiguió ningún efecto. Un siseo precognitivo le forzo a mirar al boquete del techo del edificio donde unos ojos malignos le devolvieron la mirada. El enorme demonio cubierto de oscuridad cayó sobre él, Tigurius rodó hacia atrás evitando a la mole al tiempo que activaba una barrera de energía en torno a su servoarmadura. Los dos contendientes se enfrascaron en un intercambio de energías psíquicas, mientras el combate continuaba a su alrededor. Tigurius lanzó una honda de energía etérea, pero la oscuridad en torno a Be´lakor se cerro formando una pantalla absorbiendo el impacto, el príncipe demonio se elevo por la sala, alzó su mano señalándole, Tigurius sintió como las piernas se le volvían rígidas, intento moverse pero fue en vano, en ese instante el demonio alado se lanzo contra el desde el techo haciendo un picado con la espada en ristre, Tigurius forzó al limite los retenedores de su capucha, volvió a canalizar el poder y quebró las correas invisibles que le inmovilizaban lanzando cristales etéreos por el suelo, después lanzo un golpe ascendente de su bastón y bloqueo la espada del demonio. Be´lakor giro violentamente y derribo al bibliotecario con un barrido de su cola, volvió a lanzar un golpe aplastador con la enorme espada crepitante, pero el bibliotecario se hizo invisible ante sus ojos y la espada se estrello en el suelo.
Be´lakor diviso una luz que se movía por entre los combatientes de ambos bandos buscando rodearle, su visión demoníaca y sus conocimientos de la telepatía le daban una ventaja sobre el ultramarine si decidía jugar a su juego, Be´lakor dejo que se acercara la luz hasta colocarse a su espalda, en el ultimo momento giro con la garra en alto. Tigurius quedo revelado cuando apareció agarrado por el cuello por el enorme demonio a varios metros del suelo, soltó su bastón y agarro con ambas manos en antebrazo de la criatura que literalmente le estaba asfixiando.
Be´lakor se acerco más a el, entonces el demonio sin pronunciar palabra comenzó a hablarle al interior de la mente, y el mundo a su alrededor se detuvo.
Se vio a si mismo en un enorme campo de batalla cubierto de sangre y de fuego, legiones de titanes y miles de tanques de batalla precedían una horda de proporciones imposibles que avanzaba cantando a los poderes disformes, estandartes de varias legiones traidoras y distintos dioses se alzaban sobre sus seguidores ondeando al viento asfixiante, los cascos destrozados de los capítulos de los ultramarines, los ángeles oscuros y los paladines imperiales, adornaban los ribetes de espinas que cubrían el blindaje de las enormes maquinas de guerra, altares de craneos de los guardias imperiales sacrificados se elevaban como enormes torres de bronce que escupían fuego al cielo purpura que se agitaba violentamente sobre su cabeza, el murmullo de miles de agónicos quejidos seguía de cerca aquel terrorífico ejercito porque los muertos volvían a la vida para seguir alimentado el ansía de guerra del padre de la pestilencia, miles de moscas envolvían el ejercito, también legiones de demonios, hordas inconmensurables avanzaban junto a los traidores, cubriendo la tierra hasta donde alcanzaba su vista. Tigurius retrocedió, no por miedo, si no, desolado por imaginarse que el mundo del dios emperador albergara semejante corrupción, pisó algo en el suelo, era el cuerpo de un astartes con una armadura similar a la suya y una capucha psíquica, donde antes se encontraba un rostro, ahora solo una cara carbonizada se encontraba frente a la suya, miro alrededor y pudo ver que también hasta donde alcanzaba la vista era un espectáculo dantesco, todo el campo de batalla estaba repleto de capsulas incrustadas en la superficie, tanques en llamas, titanes derribados y al fondo pudo ver las fortificaciones de Hydra Cordatus derruidas con extensas columnas de humo que se expandían al cielo de forma mortecina, Tygurius sintió un escalofrío, Tygurius sintió por primera vez, miedo a la derrota.
El bibliotecario retomo el conocimiento, se encontraba a bordo de una stormraven, el apotecario Romulo le estaba atendiendo, pero el se inclino hacía adelante, y clavo su mirada en el.
-Hermano...donde están los demás- el apotecario se tensó.
-Sois el único superviviente, volvemos a la base de partida.
Después Tygurius completamente exhausto se reclinó, la visión que la criatura le había mostrado le atenazaba el alma.
Typhus barrió una vez mas con destripadora partiendo en dos a varios soldados imperiales de una pasada, sus exterminadores continuaron su combate contra los escasos ángeles oscuros, mientras los marines de plaga acababan con los supervivientes humanos de la tripulación de la " legado del trono". La corbeta había intentado eludir el bloqueo para desplegar suministros a baja altura sobre el planeta pero la Terminus Est había interceptado su temeraria acción.
- Señor, la entidad oscura se encuentra a bordo de la Terminus, solicita su presencia- El capitán de su escolta de exterminadores se echo a un lado cuando Typhus se giro y encamino el corredor hasta el puente de mando.
- Que mis amados hijos plaguen la corbeta, la dejaremos a la deriva repleta de zombis, como mensaje para esos perros bastardos, guardianes de tumbas, prepararos para teleportación inmediata-
Typhus continuó dándole vueltas al trato. Be´lakor obtendría su recompensa, pero la recompensa que anhelaba era directamente la voluntad del padre nurgle, aunque el príncipe demonio, aun no lo sabia.
viernes, 25 de septiembre de 2015
jueves, 24 de septiembre de 2015
CAPITULO 3.1 EL DESCENSO
"El velo de la realidad se convulsiono a medida que más y más barcazas de batalla atravesaban el espacio entre el inmaterium y el plano real sobre la órbita de Hydra Minor y comenzaban su desaceleración para posicionarse en formación de desembarco. Sar Azazel había dispuesto de escaso tiempo para preparar el planeamiento de batalla. El capellan Cassius y el capitán Sicarius habían recibido ordenes directas de Marneus Calgar de dirigir las operaciones para romper el estancamiento de Hydra Cordatus y habían partido de inmediato al frente de cuatrocientos ultramarines con la casi totalidad de elementos y medios para asaltos planetarios. Aún así, el señor Calgar había dispuesto una segunda oleada de refuerzo al mando de Tigurius, que desembarcaría tras los ángeles y se encargaría de proyectar su puño blindado contra las posiciones de los traidores en varias puntas de lanza mecanizadas. Eso no había tranquilizado a Azazel, el señor de la tercera compañía, estaba inquieto, debía estirar su capacidad de despliegue a limites cuanto menos, precarios, y el peso del asalto a la red de nódulos y posiciones defensivas recaía sobre los Ángeles Oscuros. La inmensa cantidad de barcazas de batalla del capitulo que estaban agrupándose en torno a la "Retribución" solo representaba que la vanguardia de la flota que precedía a la Roca, se preparaba para apoyar el asalto de la tercera de forma masiva.
El lanzamiento se produjo de forma brutal, una lluvia de cápsulas envueltas en llamas atravesaron la atmósfera como una lluvia de meteoritos densa hacía el corazón de la fortaleza enemiga. Los bombardeos previos habían obligado a algunas tropas de soldados renegados a guarecerse tras las lineas de ferrocemento y parapetos, pero se mostraron inútiles a la hora de atravesar los enormes muros y torres del complejo fortificado enemigo, los lectores de la cápsula de Azazel eran claros y precisos, el objetivo de la primera tanda de astartes caía sobre las lineas defensivas de guardias traidores, justo en la cara de la fortaleza, donde el fuego enemigo seria mas intenso y el combate mas encarnizado, varios estruendos y ruidos metálicos acompañados del bamboleo de la cápsula fueron la bienvenida a medida que el transporte acortaba los últimos metros de separación ante su inminente impacto en la superficie. La cápsula se poso suavemente tras un frenado brusco, las puertas se abrieron soltando una leve pizca de gas acompañadas de un chasquido. La tormenta resultante fue terrible y ensordecedora, los Ángeles Oscuros emergieron del interior de las cápsulas disparando implacablemente mientras se desplegaban disciplinadamente a izquierda y derecha formando un cordón en torno a las posiciones de los defensores que aturdidos intentaban lanzar una lluvia de descargas laser y proyectiles pesados sobre los astartes, Ázazel se encargaba de dirigir el fuego de sus hermanos, al mismo tiempo que observaba como el anillo perimétrico de asedio se cerraba completamente cuando el dreadnought Nesit ocupo posiciones de purificación a su derecha. Los humanos traidores eran masacrados por fuego de bolter con pasmosa facilidad, una docena de humanos ardían y se revolcaban por el suelo implorándole ayuda a sus falsos dioses, mientras el dreadnought avanzaba llenando la posición defensiva de prometio ardiente.
-Seguid avanzando, la segunda oleada esta entrando en la atmosfera- dijo Azazel a su linea de batalla, mientras disparaba su combigrav en modalidad bolter sobre los guardias imperiales traidores que se replegaban, reventandoles las espaldas y esparciendo los cuerpos en una irregular hilera.
- Señor ocupada linea periférica, purificado objetivo uno.- informo el sargento Repent por la estática interna. Azazel siguio avanzando, se detuvo a cincuenta metros de uno de los muros periféricos, cuando el impacto de un cañon laser y varios chorros de plasma arrancaron parte de la mampostería a su izquierda, y convirtieron a dos de sus astartes en pulpa antes de que alcanzaran la cobertura. El hermano Serniel, se incorporo sobre el murete de plastoacero y comenzó a lanzar descargas de energías grav sobre la fortaleza, pero las descargas no la alcanzaron, allá donde impactaban las descargas se manifestaban ondas azules que se expandían concentricamente revelando la presencía de escudos de vacio. -¡Mierda!, nuestras armas no le afectan- exclamó el devastador. Otro aluvión de fusilería y armas pesadas, se estrello contra los parapetos donde los Ángeles Oscuros permanecían a cubierto. -¿Donde se encuentran las cápsulas, donde esta la segunda oleada?- Azazel permanecía a cubierto asomándose esporádicamente sobre el parapeto para abrir fuego sobre los renegados que se atrevían a asomarse para intercambiar fuego, un silbido le saco de su ensimismamiento, la voz del sargento Efriel inundo las transmisiones internas..-¡Morteros!- una serie de explosiones el linea se sucedieron recorriendo la linea de cerco de los astartes, tierra y piedra salto en todas direcciones, Azazel pudo ver al hermano Mormond salir volando de espaldas varios metros y golpearse la cabeza contra los restos de un muro de hormigón, seguidamente se incorporo se sacudió el polvo y siguió devolviendo el fuego contra los traidores, a pesar de que los escudos de vacío los hacia inmunes. Otra andanada de morteros comenzó a caer sobre los astartes, pero esta fue mas breve que la anterior, de la zona donde los morteros abrían fuego solo quedo un resplandor tenue cuando los guardias traidores fueron cubiertos de prometio por el dreadnought y sus cuerpos carbonizados fueron pisados por el enorme bípode adamantino. El hermano epistolario Remiel canalizó las energias telepáticas de su psíque y envolvió a la unidad devastadora con energías oscuras, momentos antes de que una luz cegadora seguida de un estruendo apocalíptico le destrozara los tímpanos, el macrocañón áquila rugió destrozando a aquellos desafortunados marines espaciales que se encontraban en el epicentro de la deflagración, cuatro hermanos de batalla habían sido directamente esparcidos en trozos sanguinolentos, y otros dos desaparecieron desintegrados, otra descarga de plasma pero desde atrás anunció la llegada de los refuerzos del enemigo, los exterminadores del caos avanzaron lanzando descargas desde la retaguardia , así como un enorme tanque superpesado baneblade descendió desde la elevación de terreno del flanco de las posiciones exteriores.
-Señor, al habla Anaella- el señor de la compañía reconoció la voz de la capitana del Retribución. -Informe capitana- la voz de Azazel le llego con el crepitar de los combates inundando el vox.
-Fuerzas sin confirmar de marines espaciales del caos se están desplegando al sur de su posición, su retaguardia esta comprometida-
-¡¿Donde esta la segunda oleada?!-
-La segunda oleada está a dos minutos de tocar superficie señor, así mismo informo de que e variado sus datos de lanzamiento para hacer frente a la nueva amenaza en su retaguardia-
Anaella jamás se tomaba la libertad de hacer variaciones más allá de las ordenes concernientes a su barcaza, pero Azazel no tuvo tiempo de preguntar.
-Señor el ala de muerte se esta teleportando inminentemente para reforzar su línea, es por eso que me he tomado la libertad de...-
-Excelente capitana- corto Azazel.
- Señor los ultramarines están desembarcando su contingente en una zona segura a ochenta y seis kilometros de su posición, las thunderhawk de nuestra segunda compañía y elementos de la cuarta y la quinta, estan haciendo lo mismo mas al norte-
-Perfecto- Azazel seguía dirigiendo el cerco, cuando varias capsulas de desembarco se estrellaron en su retaguardia tras la linea de acantilados, al mismo tiempo las energías crepitantes de la teleportación se dispersaron revelando la presencia de enormes figuras de color hueso, que comenzaron a correr pesadamente hacía los flancos de la fortaleza y el enorme baneblade mientras disparaban una tormenta de proyectiles pesados sobre sus objetivos, en el centro de los exterminadores un muro de escudos precedía a los caballeros del ala de muerte que giraban sobre sus cabezas sus enormes mazas generando una nube de incienso sagrado, comandandolos Azazel pudo distinguir al bibliotecario Jeremiah con su enorme bastón psíquico en alto, otra descarga de macrocañon se estrello dando la bienvenida a los recién llegados, que quedaron cubiertos de polvo y humo, otra explosión mas y otra mas se sucedieron contra la formación de exterminadores cuando los sistemas de armas y cañones del baneblade abrieron fuego sobre ellos, el humo se disipo los exterminadores seguían a la carrera activando sus puños sierra, solo dos de ellos habían caído tras la andanada de explosiones, un vendetta cruzo el cielo haciendo un picado y volatilizando el dreadnought Nesit, más y más ráfagas salían de las aspilleras de la enorme fortaleza, un chorro de plasma alcanzo a Azazel en la hombrera, desprendiendo la ceramita en un chorreon fundido y abrasándole la carne del hombro, su servoarmadura envió analgésicos y el dolor se esfumo mientras la piel comenzaba a cicatrizar. El día estaba siendo demasiado largo....el día mas largo.
El señor del caos extrajo su cuchilla del vientre del ángel oscuro, al tiempo que esquivaba una cuchillada al cuello de otro de ellos, y describía un tajo descendente con su espada asesina abriendo al astartes desde la clavícula hasta la cadera como si fuese mantequilla. Sus rapaces estaban luchando mano a mano contra aquellos perros del falso emperador, ruido de sierras rugiendo, huesos al romperse, y vísceras desparramarse sobre el suelo, todo era sumamente placentero, delante de el un sargento cubierto con túnica de color hueso portando una espada sierra le invitaba a probar fortuna, el señor del caos sonrió, se paso la lengua por los afilados dientes a modo de mueca burlona y se abalanzó sobre el, el combate duro una fracción de segundo, la cabeza del ángel oscuro cayó rodando mientras el cuerpo aun de pie blandiendo la espada se desplomo instantes después. El señor del caos sintió como un escalofrió excitante le recorría la espina dorsal aumentando su fortaleza y avidez de sensaciones, a su alrededor los ángeles oscuros seguían enfrascados en un tiroteo contra unidades dispersas de sus legionarios, pero llegados a ese punto ya no le importaba, solo la matanza fina y exquisita, el sonido de la vida que expira, podían sustentarlo ahora. Una escuadra de marines de asalto leales con armaduras verde oscuro cayeron sobre ellos, sus rapaces y los soldados de asalto se enfrascaron en un violento combate, busco en el nuevo grupo de contendientes alguien lo suficiente digno como para batirse con el, alguien a quien mereciera la pena matar, uno de sus rapaces cayó al lado suya con el casco partido en dos y restos de carne deformada dentro, un ángel oscuro que ocultaba su yelmo bajo una capucha y blandía una enorme espada de energía azul a dos manos, le miraba desafiante, mientras se desplazaba en círculos alrededor de él.
- Por fín alguien digno a quien matar.- las palabras del guerrero corrupto brotaron amargas.
El ángel oscuro no contesto, el señor del caos se lanzo con la garra en alto directamente hacia la cabeza del astartes lanzando un golpe recto con las cuchillas en punta, con una inclinación el ángel consiguió fintar el directo, al tiempo que lanzaba una estocada al vientre del traidor solo para ser detenida por la espada asesina que portaba en la otra mano, el señor del caos deslizo su espada sobre la espada del ángel oscuro, saltando chispas que quemaron la túnica del leal y haciéndole un corte en el antebrazo, el ángel oscuro retrocedió unos pasos y mantuvo la espada al frente mientras el señor del caos le dedicaba otra sonrisa.
-Primera sangre para mí- una lengua serpentina distinta a la que había enseñado anteriormente acompaño esas palabras con un siseo.
El ángel oscuro se lanzó esta vez con un arco descendente, el señor del caos cruzo su espada a la horizontal deteniendo el golpe y lanzó una patada baja al lateral de la pierna del leal haciendole doblarla e hincar la rodilla, el ángel oscuro recogió el golpe previo de su espada y la lanzo otra vez en un arco horizontal, el señor del caos agarro la espada con su cuchilla relámpago, giro la muñeza retorciendo el brazo del astartes que se negaba a soltar su espada de energía, y con la espada asesina corto a la vertical amputando el brazo del marine leal a la altura del codo, después propinó una patada al pecho y lanzó al ángel varios metros hacía atrás derribándolo boca arriba.
El ángel oscuro notaba como sus pulmones estaban encharcados por su propia sangre, veía como el señor del caos andaba hacía el desmembrando a cuantos marines de asalto saltaban a impedírselo. Sacó fuerzas de flaqueza, desenfundo su pistola bolter, la alzo , apunto.... vio su propio cuerpo sin cabeza caer a un lado, desde su perspectiva visual, después su mundo se apago.
El señor del caos lamió la cabeza del guerrero decapitado antes de colgarla en su cinto, varias descargas de energía grav, y bolter impactaron y atravesaron su armadura, haciendole grandes orificios, con un placer indescriptible el señor del caos activo su mochila de salto y se marcho entre las humaredas riendo frenéticamente dominado por el éxtasis.
En otra parte del campo de batalla, la fortaleza enemiga sitiada resistía impasible el cerco de los ángeles oscuros, los escudos de vacío crepitaron esforzadamente pero aguantaron el castigo.
Todo lo que no estaba dentro del formidable bastión gargantuesco había sido destruido, un crater colosal decoraba la posición donde los exterminadores habían acabado con el baneblade renegado, y restos de fuselaje de las vendettas enemigas y cuerpos masacrados de traidores acompañados de los restos de decenas de marines leales pintaban el campo de batalla de colores en un panorama dantesco. Los ángeles oscuros disparaban un aluvión de proyectiles sobre los escudos de vacío de las murallas sin resultados, mientras el macrocañon aquila cantaba su letanía de muerte sobre los parapetos de asedio de forma esporadica. La estela lejana de las cañoneras que volvían a superficie tras descargar mas y mas efectivos en la superficie del planeta de forma apresurada, demostraba, que las demás zonas de desembarco habían sido bien aprovechadas gracias a la entrega de la tercera compañía en el asedio a la principal fortaleza del planeta, pero el asedio estaba en un punto muerto.
- Anaella, al habla Azazel, necesito bombardeo orbital concentrado sobre objetivo prioritario, enviando datos de localización.-
- ¡Estamos siendo atacados, repito, estamos siendo atacados!- la voz de Anaella se mostraba desesperada. Inmediatamente una fragata ligera atravesó la capa de nubes envuelta en llamas y en explosiones azuladas y detono a seiscientos kilómetros sobre la superficie tiñendo el cielo de destellos azules y llamas en un increíble espectáculo de pirotecnia titánico.
-¡Anaella informe!- Azazel se recostó a cubierto tras la cresta de roca, mientras el macrocañon seguía efectuando disparos esporádicos sobre las posiciones.
- Una....ssshhhs .....una enorme.......flo......parece........de la muerte.....minus est....maniobras de evasión......eplegamos....la Laza de Intuición , el Orgullo del León, ..... perdidas........shhhh shhh....
estáis solos mi señor´.....shhhs ..los contendremos...... conso.......el......neta......a Roca....llegará......res....resistid!...shhh- la confusa comunicación ensombreció el corazón de Azazel, una luz cegadora inundo todo el enorme páramo cuando la fortaleza Áquila se consumió en una enorme deflagración interna contenida por sus campos de vació. Azazel sopesó sus opciones ante los restos de la enorme fortaleza que ahora le había sido negada.
Los Ángeles Oscuros y los Ultramarines que habían tomado tierra en Hydra Minor se habían visto aislados de su flota cuando los enormes cruceros y fragatas de la Guardia de la Muerte atacaron de forma masiva su formación en orbita, con la Roca aún en camino, la mitad de la flota de ultramar dirigiendose a Hydra Cordatus y solo una decena de barcazas y fragatas de ambos capitulos, el grupo de naves astartes se vieron obligadas a replegarse haciendo una maniobra de contención precaria ante la muy superior flota de plaga. Ahora la tercera compañía de los ángeles oscuros, algunos efectivos del ala de muerte, el ala de cuervo, y miembros de la cuarta compañia, mas una compañía blindada de ultramarines, se reagruparon en torno a la zona de desembarco, sin ningún tipo de apoyo, salvo las aeronaves que permanecieron en el planeta cuando se estaba iniciando la batalla orbital entre las flotas. Medio millar de astartes leales, en un planeta, hostil, tendrían que actuar con decisión para descabezar a los traidores, antes de que se aprovecharan de la situación.
"Una enorme mano cubierta con un guantelete acariciaba mimosamente al nurglete, mientras los datos de la batalla espacial se dibujaban en una holopantalla que iluminaba con luz tenue la enfermiza sala. Typhus permanecía sentado en su trono orgánico repleto de pus y heces.
-Señor los planes se han llevado a cabo de forma perfecta...la entidad oscura, a accedido a sellar el pacto, se compromete a verter la sangre de la legión de Guilliman tal como acordasteis- la voz del acólito era siseante y maligna, y a Typhus le divertía bastante. El heraldo de nurgle se acomodo aún más en su trono y siguió acariciando a su adorado nurglete.
-Excelente, el padre esta feliz, por los exitos a la hora de cumplir su voluntad, iniciad el ataque en cuanto los ultramarines abandonen la zona de partida-
-Como ordeneis excelencia- el acólito se giro y se mezclo con las sombras.
Typhus hablo entre dientes.
- Lo ves padre, lo ves, solo tu amor fecunda los planes mas maravillosos, la plaga debe extenderse-
Thypus comenzó a reirse, miles de moscas salieron por los orificios de su armadura inundando la sala acompañadas de su risa frenética."
El lanzamiento se produjo de forma brutal, una lluvia de cápsulas envueltas en llamas atravesaron la atmósfera como una lluvia de meteoritos densa hacía el corazón de la fortaleza enemiga. Los bombardeos previos habían obligado a algunas tropas de soldados renegados a guarecerse tras las lineas de ferrocemento y parapetos, pero se mostraron inútiles a la hora de atravesar los enormes muros y torres del complejo fortificado enemigo, los lectores de la cápsula de Azazel eran claros y precisos, el objetivo de la primera tanda de astartes caía sobre las lineas defensivas de guardias traidores, justo en la cara de la fortaleza, donde el fuego enemigo seria mas intenso y el combate mas encarnizado, varios estruendos y ruidos metálicos acompañados del bamboleo de la cápsula fueron la bienvenida a medida que el transporte acortaba los últimos metros de separación ante su inminente impacto en la superficie. La cápsula se poso suavemente tras un frenado brusco, las puertas se abrieron soltando una leve pizca de gas acompañadas de un chasquido. La tormenta resultante fue terrible y ensordecedora, los Ángeles Oscuros emergieron del interior de las cápsulas disparando implacablemente mientras se desplegaban disciplinadamente a izquierda y derecha formando un cordón en torno a las posiciones de los defensores que aturdidos intentaban lanzar una lluvia de descargas laser y proyectiles pesados sobre los astartes, Ázazel se encargaba de dirigir el fuego de sus hermanos, al mismo tiempo que observaba como el anillo perimétrico de asedio se cerraba completamente cuando el dreadnought Nesit ocupo posiciones de purificación a su derecha. Los humanos traidores eran masacrados por fuego de bolter con pasmosa facilidad, una docena de humanos ardían y se revolcaban por el suelo implorándole ayuda a sus falsos dioses, mientras el dreadnought avanzaba llenando la posición defensiva de prometio ardiente.
-Seguid avanzando, la segunda oleada esta entrando en la atmosfera- dijo Azazel a su linea de batalla, mientras disparaba su combigrav en modalidad bolter sobre los guardias imperiales traidores que se replegaban, reventandoles las espaldas y esparciendo los cuerpos en una irregular hilera.
- Señor ocupada linea periférica, purificado objetivo uno.- informo el sargento Repent por la estática interna. Azazel siguio avanzando, se detuvo a cincuenta metros de uno de los muros periféricos, cuando el impacto de un cañon laser y varios chorros de plasma arrancaron parte de la mampostería a su izquierda, y convirtieron a dos de sus astartes en pulpa antes de que alcanzaran la cobertura. El hermano Serniel, se incorporo sobre el murete de plastoacero y comenzó a lanzar descargas de energías grav sobre la fortaleza, pero las descargas no la alcanzaron, allá donde impactaban las descargas se manifestaban ondas azules que se expandían concentricamente revelando la presencía de escudos de vacio. -¡Mierda!, nuestras armas no le afectan- exclamó el devastador. Otro aluvión de fusilería y armas pesadas, se estrello contra los parapetos donde los Ángeles Oscuros permanecían a cubierto. -¿Donde se encuentran las cápsulas, donde esta la segunda oleada?- Azazel permanecía a cubierto asomándose esporádicamente sobre el parapeto para abrir fuego sobre los renegados que se atrevían a asomarse para intercambiar fuego, un silbido le saco de su ensimismamiento, la voz del sargento Efriel inundo las transmisiones internas..-¡Morteros!- una serie de explosiones el linea se sucedieron recorriendo la linea de cerco de los astartes, tierra y piedra salto en todas direcciones, Azazel pudo ver al hermano Mormond salir volando de espaldas varios metros y golpearse la cabeza contra los restos de un muro de hormigón, seguidamente se incorporo se sacudió el polvo y siguió devolviendo el fuego contra los traidores, a pesar de que los escudos de vacío los hacia inmunes. Otra andanada de morteros comenzó a caer sobre los astartes, pero esta fue mas breve que la anterior, de la zona donde los morteros abrían fuego solo quedo un resplandor tenue cuando los guardias traidores fueron cubiertos de prometio por el dreadnought y sus cuerpos carbonizados fueron pisados por el enorme bípode adamantino. El hermano epistolario Remiel canalizó las energias telepáticas de su psíque y envolvió a la unidad devastadora con energías oscuras, momentos antes de que una luz cegadora seguida de un estruendo apocalíptico le destrozara los tímpanos, el macrocañón áquila rugió destrozando a aquellos desafortunados marines espaciales que se encontraban en el epicentro de la deflagración, cuatro hermanos de batalla habían sido directamente esparcidos en trozos sanguinolentos, y otros dos desaparecieron desintegrados, otra descarga de plasma pero desde atrás anunció la llegada de los refuerzos del enemigo, los exterminadores del caos avanzaron lanzando descargas desde la retaguardia , así como un enorme tanque superpesado baneblade descendió desde la elevación de terreno del flanco de las posiciones exteriores.
-Señor, al habla Anaella- el señor de la compañía reconoció la voz de la capitana del Retribución. -Informe capitana- la voz de Azazel le llego con el crepitar de los combates inundando el vox.
-Fuerzas sin confirmar de marines espaciales del caos se están desplegando al sur de su posición, su retaguardia esta comprometida-
-¡¿Donde esta la segunda oleada?!-
-La segunda oleada está a dos minutos de tocar superficie señor, así mismo informo de que e variado sus datos de lanzamiento para hacer frente a la nueva amenaza en su retaguardia-
Anaella jamás se tomaba la libertad de hacer variaciones más allá de las ordenes concernientes a su barcaza, pero Azazel no tuvo tiempo de preguntar.
-Señor el ala de muerte se esta teleportando inminentemente para reforzar su línea, es por eso que me he tomado la libertad de...-
-Excelente capitana- corto Azazel.
- Señor los ultramarines están desembarcando su contingente en una zona segura a ochenta y seis kilometros de su posición, las thunderhawk de nuestra segunda compañía y elementos de la cuarta y la quinta, estan haciendo lo mismo mas al norte-
-Perfecto- Azazel seguía dirigiendo el cerco, cuando varias capsulas de desembarco se estrellaron en su retaguardia tras la linea de acantilados, al mismo tiempo las energías crepitantes de la teleportación se dispersaron revelando la presencia de enormes figuras de color hueso, que comenzaron a correr pesadamente hacía los flancos de la fortaleza y el enorme baneblade mientras disparaban una tormenta de proyectiles pesados sobre sus objetivos, en el centro de los exterminadores un muro de escudos precedía a los caballeros del ala de muerte que giraban sobre sus cabezas sus enormes mazas generando una nube de incienso sagrado, comandandolos Azazel pudo distinguir al bibliotecario Jeremiah con su enorme bastón psíquico en alto, otra descarga de macrocañon se estrello dando la bienvenida a los recién llegados, que quedaron cubiertos de polvo y humo, otra explosión mas y otra mas se sucedieron contra la formación de exterminadores cuando los sistemas de armas y cañones del baneblade abrieron fuego sobre ellos, el humo se disipo los exterminadores seguían a la carrera activando sus puños sierra, solo dos de ellos habían caído tras la andanada de explosiones, un vendetta cruzo el cielo haciendo un picado y volatilizando el dreadnought Nesit, más y más ráfagas salían de las aspilleras de la enorme fortaleza, un chorro de plasma alcanzo a Azazel en la hombrera, desprendiendo la ceramita en un chorreon fundido y abrasándole la carne del hombro, su servoarmadura envió analgésicos y el dolor se esfumo mientras la piel comenzaba a cicatrizar. El día estaba siendo demasiado largo....el día mas largo.
El señor del caos extrajo su cuchilla del vientre del ángel oscuro, al tiempo que esquivaba una cuchillada al cuello de otro de ellos, y describía un tajo descendente con su espada asesina abriendo al astartes desde la clavícula hasta la cadera como si fuese mantequilla. Sus rapaces estaban luchando mano a mano contra aquellos perros del falso emperador, ruido de sierras rugiendo, huesos al romperse, y vísceras desparramarse sobre el suelo, todo era sumamente placentero, delante de el un sargento cubierto con túnica de color hueso portando una espada sierra le invitaba a probar fortuna, el señor del caos sonrió, se paso la lengua por los afilados dientes a modo de mueca burlona y se abalanzó sobre el, el combate duro una fracción de segundo, la cabeza del ángel oscuro cayó rodando mientras el cuerpo aun de pie blandiendo la espada se desplomo instantes después. El señor del caos sintió como un escalofrió excitante le recorría la espina dorsal aumentando su fortaleza y avidez de sensaciones, a su alrededor los ángeles oscuros seguían enfrascados en un tiroteo contra unidades dispersas de sus legionarios, pero llegados a ese punto ya no le importaba, solo la matanza fina y exquisita, el sonido de la vida que expira, podían sustentarlo ahora. Una escuadra de marines de asalto leales con armaduras verde oscuro cayeron sobre ellos, sus rapaces y los soldados de asalto se enfrascaron en un violento combate, busco en el nuevo grupo de contendientes alguien lo suficiente digno como para batirse con el, alguien a quien mereciera la pena matar, uno de sus rapaces cayó al lado suya con el casco partido en dos y restos de carne deformada dentro, un ángel oscuro que ocultaba su yelmo bajo una capucha y blandía una enorme espada de energía azul a dos manos, le miraba desafiante, mientras se desplazaba en círculos alrededor de él.
- Por fín alguien digno a quien matar.- las palabras del guerrero corrupto brotaron amargas.
El ángel oscuro no contesto, el señor del caos se lanzo con la garra en alto directamente hacia la cabeza del astartes lanzando un golpe recto con las cuchillas en punta, con una inclinación el ángel consiguió fintar el directo, al tiempo que lanzaba una estocada al vientre del traidor solo para ser detenida por la espada asesina que portaba en la otra mano, el señor del caos deslizo su espada sobre la espada del ángel oscuro, saltando chispas que quemaron la túnica del leal y haciéndole un corte en el antebrazo, el ángel oscuro retrocedió unos pasos y mantuvo la espada al frente mientras el señor del caos le dedicaba otra sonrisa.
-Primera sangre para mí- una lengua serpentina distinta a la que había enseñado anteriormente acompaño esas palabras con un siseo.
El ángel oscuro se lanzó esta vez con un arco descendente, el señor del caos cruzo su espada a la horizontal deteniendo el golpe y lanzó una patada baja al lateral de la pierna del leal haciendole doblarla e hincar la rodilla, el ángel oscuro recogió el golpe previo de su espada y la lanzo otra vez en un arco horizontal, el señor del caos agarro la espada con su cuchilla relámpago, giro la muñeza retorciendo el brazo del astartes que se negaba a soltar su espada de energía, y con la espada asesina corto a la vertical amputando el brazo del marine leal a la altura del codo, después propinó una patada al pecho y lanzó al ángel varios metros hacía atrás derribándolo boca arriba.
El ángel oscuro notaba como sus pulmones estaban encharcados por su propia sangre, veía como el señor del caos andaba hacía el desmembrando a cuantos marines de asalto saltaban a impedírselo. Sacó fuerzas de flaqueza, desenfundo su pistola bolter, la alzo , apunto.... vio su propio cuerpo sin cabeza caer a un lado, desde su perspectiva visual, después su mundo se apago.
El señor del caos lamió la cabeza del guerrero decapitado antes de colgarla en su cinto, varias descargas de energía grav, y bolter impactaron y atravesaron su armadura, haciendole grandes orificios, con un placer indescriptible el señor del caos activo su mochila de salto y se marcho entre las humaredas riendo frenéticamente dominado por el éxtasis.
En otra parte del campo de batalla, la fortaleza enemiga sitiada resistía impasible el cerco de los ángeles oscuros, los escudos de vacío crepitaron esforzadamente pero aguantaron el castigo.
Todo lo que no estaba dentro del formidable bastión gargantuesco había sido destruido, un crater colosal decoraba la posición donde los exterminadores habían acabado con el baneblade renegado, y restos de fuselaje de las vendettas enemigas y cuerpos masacrados de traidores acompañados de los restos de decenas de marines leales pintaban el campo de batalla de colores en un panorama dantesco. Los ángeles oscuros disparaban un aluvión de proyectiles sobre los escudos de vacío de las murallas sin resultados, mientras el macrocañon aquila cantaba su letanía de muerte sobre los parapetos de asedio de forma esporadica. La estela lejana de las cañoneras que volvían a superficie tras descargar mas y mas efectivos en la superficie del planeta de forma apresurada, demostraba, que las demás zonas de desembarco habían sido bien aprovechadas gracias a la entrega de la tercera compañía en el asedio a la principal fortaleza del planeta, pero el asedio estaba en un punto muerto.
- Anaella, al habla Azazel, necesito bombardeo orbital concentrado sobre objetivo prioritario, enviando datos de localización.-
- ¡Estamos siendo atacados, repito, estamos siendo atacados!- la voz de Anaella se mostraba desesperada. Inmediatamente una fragata ligera atravesó la capa de nubes envuelta en llamas y en explosiones azuladas y detono a seiscientos kilómetros sobre la superficie tiñendo el cielo de destellos azules y llamas en un increíble espectáculo de pirotecnia titánico.
-¡Anaella informe!- Azazel se recostó a cubierto tras la cresta de roca, mientras el macrocañon seguía efectuando disparos esporádicos sobre las posiciones.
- Una....ssshhhs .....una enorme.......flo......parece........de la muerte.....minus est....maniobras de evasión......eplegamos....la Laza de Intuición , el Orgullo del León, ..... perdidas........shhhh shhh....
estáis solos mi señor´.....shhhs ..los contendremos...... conso.......el......neta......a Roca....llegará......res....resistid!...shhh- la confusa comunicación ensombreció el corazón de Azazel, una luz cegadora inundo todo el enorme páramo cuando la fortaleza Áquila se consumió en una enorme deflagración interna contenida por sus campos de vació. Azazel sopesó sus opciones ante los restos de la enorme fortaleza que ahora le había sido negada.
Los Ángeles Oscuros y los Ultramarines que habían tomado tierra en Hydra Minor se habían visto aislados de su flota cuando los enormes cruceros y fragatas de la Guardia de la Muerte atacaron de forma masiva su formación en orbita, con la Roca aún en camino, la mitad de la flota de ultramar dirigiendose a Hydra Cordatus y solo una decena de barcazas y fragatas de ambos capitulos, el grupo de naves astartes se vieron obligadas a replegarse haciendo una maniobra de contención precaria ante la muy superior flota de plaga. Ahora la tercera compañía de los ángeles oscuros, algunos efectivos del ala de muerte, el ala de cuervo, y miembros de la cuarta compañia, mas una compañía blindada de ultramarines, se reagruparon en torno a la zona de desembarco, sin ningún tipo de apoyo, salvo las aeronaves que permanecieron en el planeta cuando se estaba iniciando la batalla orbital entre las flotas. Medio millar de astartes leales, en un planeta, hostil, tendrían que actuar con decisión para descabezar a los traidores, antes de que se aprovecharan de la situación.
"Una enorme mano cubierta con un guantelete acariciaba mimosamente al nurglete, mientras los datos de la batalla espacial se dibujaban en una holopantalla que iluminaba con luz tenue la enfermiza sala. Typhus permanecía sentado en su trono orgánico repleto de pus y heces.
-Señor los planes se han llevado a cabo de forma perfecta...la entidad oscura, a accedido a sellar el pacto, se compromete a verter la sangre de la legión de Guilliman tal como acordasteis- la voz del acólito era siseante y maligna, y a Typhus le divertía bastante. El heraldo de nurgle se acomodo aún más en su trono y siguió acariciando a su adorado nurglete.
-Excelente, el padre esta feliz, por los exitos a la hora de cumplir su voluntad, iniciad el ataque en cuanto los ultramarines abandonen la zona de partida-
-Como ordeneis excelencia- el acólito se giro y se mezclo con las sombras.
Typhus hablo entre dientes.
- Lo ves padre, lo ves, solo tu amor fecunda los planes mas maravillosos, la plaga debe extenderse-
Thypus comenzó a reirse, miles de moscas salieron por los orificios de su armadura inundando la sala acompañadas de su risa frenética."
sábado, 19 de septiembre de 2015
CAPITULO 3. CORRUPCIÓN.
"Los aullidos de los infectados resonaron a través del angosto corredor a sus espaldas, el astrópata había escapado de milagro cuando los seres atravesaron las puertas blindadas del puente de mando abalanzándose sobre la tripulación con garras y mordiscos. Había visto como devoraban con un frenesí salvaje a sus compañeros del carguero imperial "Lux Tralpina" y sabía que en el resto de naves imperiales que componían su convoy estaba pasando lo mismo. Todas las naves habían informado de la extraña enfermedad que azotaba al personal embarcado, primero fueron casos aislados, personal de mantenimiento, servidores y soldados habían padecido los síntomas anómalos, sudoración excesiva, tos sanguinolenta, espasmos, altas temperaturas y demás dolencias que no remitían a pesar de la medicación suministrada. Las bodegas de carga se habían convertido en improvisados pabellones donde los enfermos esperaban que les llegara la hora junto a los que ya habían hallado su final y se amontonaban en fundas plásticas superpuestas. Los primeros indicios de que algo iba verdaderamente mal, fueron las desapariciones y las historias de soldados y tripulantes que contaban que sus compañeros muertos habían intentado morderles, de ser historias aisladas a ser una autentica pesadilla solo habían trascurrido seis horas, y ahora todas las naves de la flota de suministro se habían intercambiado informes de que los muertos habían regresado a la vida y de que la situación era insostenible. La flota se encontraba detenida y colapsada, las dos únicas fragatas de combate perdieron enlace hacía treinta minutos informando de que extrañas y corrompidas capsulas de abordaje habían atravesado sus defensas pero la transmisión se corto antes de que revelaran la identidad de los asaltantes. Lo último que recordaba el astrópata antes de abandonar su puesto en el puente de mando era que una enorme fragata había aparecido en el interior de la linea de convoy rebelando su presencia, era como si ya llevara ahí todo el tiempo, desde que habían iniciado la travesía desde Hydra Cordatus a Hydra Minor solo que invisible a los radares y detectores imperiales lo que le provocó un escalofrío en la espalda. Salió de sus pensamientos y continuó corriendo, doblo la esquina del pasillo y siguió a la carrera a través del ancho corredor de la zona de alojamientos, no paró de correr, estaba exhausto pero el sonido de decenas de pasos a la carrera tras él le forzó a no aminorar el ritmo, ruidos de descargas laser y gritos desgarrados de los infelices que caían abrumados por los infectados caníbales inundaban toda la nave, dobló otra esquina y comenzó a descender por unas escaleras metálicas hacia la zona del armorium, donde el fuego de laser era mas constante con la esperanza de que las tropas embarcadas estuvieran manteniendo la situación, al doblar la curva de la escalera se topó de frente con cuatro infectados que estaban sobre uno de los tripulantes devorándolo, uno de los infectados alzó la cabeza y poso sus ojos rojos directamente sobre los suyos con un trozo de carne desgarrada en la boca, el astropata salto por encima de el instintivamente y siguió corriendo, salio de la escalera y empezó su larga carrera a través del ancho puente hacía el armorium, la escena era dantesca, infectados devorando cuerpos destrozados por todas partes, tres soldados solamente seguían combatiendo con las culatas de sus rifles laser contra sus propios camaradas que se levantaban tras la muerte habidos de sangre fresca. Un enorme sonido como de miles de aullidos y quejidos se acercaba por la zona de escalera que había dejado tras el, una enorme horda de personal de embarque, soldados, médicos, astropatas y demás tripulación aparecieron por el recodo tras descender por la escalera, llevaban tuberias, palos, llaves inglesas, rifles laser, el astrópata elevó una plegaria al emperador y comenzó a correr hacía ellos, al llegar su mundo se derrumbó.... esa enorme horda estaba cubierta de sangre, desgarrada, el hueso asomaba en los pómulos, a algunos le faltaban miembros, los muñones estaban coagulados, incluso los rifles laser que vio a algunos portar, ahora de cerca comprendió que los arrastraban instintivamente, esa enorme horda estaba muerta, la marea de cadáveres clavarón sus ojos sobre el, y con aullido desgarrador se lanzaron encima.
El ultimó recuerdo del astropata era como le desgarraban cientos de garras y era devorado vivo por la marea zombie.
La Terminus Est se colocó a la vanguardia de la larga línea de naves , una inmensa flota variopinta de naves de aspecto pútrido avanzaba en formación de lanza con la infame fragata de Typhus al frente. Thypus se encontraba delante de la bóveda observando el mundo distante en el centro de la panorámica, una cohorte de exterminadores se encontraban tras el, así como sus hechiceros y sirvientes abotargados y retorcidos cubiertos de pústulas. Su viaje había salido según lo previsto, había sido reacio a aceptar las demandas del saqueador, ese bastardo se creía con autoridad sobre todos, pero el sabía que no, y el haberse demorado en hacer su aparición le divertía y servia como muestra de rebeldía a partes iguales. El solo le debía su servicio al padre Nurgle, era el portador del enjambre destructor y el heraldo de la plaga, y sin duda todos los asaltos a las lineas de suministros imperiales le habían servido tanto para aislar y debilitar a las fuerzas imperiales como para aumentar de una forma formidable el tamaño de sus hordas de zombis de plaga, disponía de millones de esos seres y la presencia de su partida de marines de plaga era suficiente numerosa como para equipararse al tamaño de los capítulos de perros del falso emperador desplegados en Hydra Cordatus. El padre Nurgle había ocultado la presencia de su flota y eso le había permitido propagar la plaga sin peligro de ser detectado a cuantas naves se pusieran en su rumbo, ahora era el momento de lanzar su asalto y romper la guerra en tablas en la superficie del planeta.
Typhus se recostó sobre su trono, un trono orgánico segregando pus y limo, cubierto de llagas, con la miasma verdosa en torno a el, decenas de diminutos nurgletes se reían y acariciaban las grebas y botas blindadas de su señor, mientras adoradores abotargados y cubiertos de heridas sangrantes se arrastraban y canturreaban en la lengua maldita del caos. El portón metálico y cubierto de corrosión se cerró tras la decena de exterminadores que irrumpieron en la sala de meditación de Typhus. Los enormes exterminadores portaban guadañas de aspecto impío y armaduras descomunales cubiertas de oxido y chorretones. Recorrieron el camino hasta el frontal de su señor y se detuvieron, solo uno siguiendo avanzando y después de tres pasos mas, se inclinó ante Typhus.
- Mi señor, las naves de descenso están preparadas tal y como ordenasteis, nos encontramos en posición de iniciar el asalto sobre la zona establecida tal y como estaba marcado.- la voz del capitán de los guardianes de tumbas sonó guturalmente enferma. Typhus se levantó inclinando la cabeza hacía el capitán de su escolta.
- No vamos a descender en la zona que había prevista- Typhus parecía divertirse. -El descenso se efectuara tras las lineas imperiales de Hydra Minor, hay mucho que hacer en Hydra Minor, dejemos a Abaddon y Kharn librar su guerra en Hydra Cordatus algún tiempo mas.
- Pero mi señor estamos sobre Hydra Cordatus, el saqueador demanda...- La guadaña destripadora atravesó el pecho del exterminador brotándole por la espalda, con un gesto violento levanto el arma con un fuerte tirón hacía arriba abriendo en dos el torso y la cabeza del antes capitán de su escolta. El resto de exterminadores sonrieron devolviéndose miradas complices, Typhus habló de nuevo al grupo de Guardianes de la muerte.
- Solo el padre puede dictar su voluntad, si Abaddon solicita nuestra presencia la tendrá, pero sera donde el padre decida, Cirross hijo mio levantate- otro exterminador se acerco a Typhus, escupió sobre el cuerpo del ex capitán destrozado y se inclino ante el heraldo de nurgle con una reverencia.
- Que la flota se prepare para el salto a la disformidad y el despliegue inmediato en Hydra Minor, el padre sospecha que el futuro de la campaña depende de propagar nuestra bendición sobre ese mundo- Typhus volvió a recostarse sobre su trono. Cirros volvió a la formación y elevó su guadaña como señal de saludo, después salieron de la sala.
El portador del enjambre destructor permanecía en su trono, acariciando un nurglete, una voz le invadió la psique.
- As obrado bien Typhus, as obrado bien...-
- Lo sé , padre.-"
La situación de la contienda se acercaba a su punto de mayor dureza, las fuerzas de los Ultramarines habían sido reforzadas tras el descalabro de Hydra Xylen con la presencia de casi la totalidad de su capitulo. La Roca con el grueso de los Angeles Oscuros había irrumpido en el sistema también y varias peticiones de refuerzos habían sido atendidas y mas fuerzas imperiales se dirigían al sector.
La legión Alfa había sido aplastada, los eldar habían causado un daño terrible en la batalla de Hydra Cordatus y el cerco a la capital por parte de las fuerzas traidoras había perdido ímpetu. Pero la situación distaba mucho de ser favorable. Hydra Xylen se había perdido con el despertar de un mundo necrón y la posibilidad de recuperar las forjas en su superficie se habían perdido para siempre cuando las tormentas disformes habían bloqueado cualquier posible ruta hacia el mundo. Las fuerzas renegadas del caos habían destruido dos de las tres lunas de Hydra Minor, y la luna que quedaba en manos imperiales servía de punto base para el asalto orbital sobre la capital planetaria por parte de los Ultramarines y los Ángeles Oscuros, donde los regimientos renegados de la guardia traidora y los Corsarios Rojos habían levantado una red de bastiones y fortificaciones. En Hydra Cordatus la batalla seguía siendo encarnizada a pesar de que los eldar hubieran ayudado de imprevisto a las fuerzas imperiales, tan rápido como los xenos habían aparecido, se marcharon después, y a pesar de aliviar la presión de las fuerzas del caos, los defensores habían perdido los suministros que tenían que haber recibido en las últimas semanas, debido a la desaparición de los cargueros en mitad del espacio de forma misteriosa. Los batallones de la guardia imperial se encontraban al borde del colapso, el capitulo de los Paladines Imperiales había sufrido bajas horribles intentando mantener la línea antes los asaltos de berserkes enloquecidos, y una fuerza blindada con los colores de la Legión Negra había penetrado doscientos cincuenta kilometros en el margen sur de la red de defensas imperiales. La situación era terrible, un pulso entre la férrea determinación imperial, y la corrupción indomable del caos.
Las dos fuerzas se preparaban ahora para sus respectivos planes y ofensivas y el destino de ese sector de la galaxia se encontraba en los fuegos de la destrucción ante la mirada cruel de los dioses sedientos de sangre y la fe inquebrantable en el dios emperador.
BATALLAS A DISPUTAR.
---------------------------------------Batallas de Hydra Minor-------------------------------------------------
Ángeles Oscuros 1250 pts y Ultramarines 1250 V.S Corsarios Rojos y Guardia Traidora hasta 2500 pts en cualquier combinacion. Requisitos: Sistema etc, las fuerzas imperiales deberán entrar en juego utilizando la regla asalto orbital, la facción del caos deberá incluir 2 fortalezas sin coste en puntos de ningún tipo, las fuerzas imperiales podran efectuar un unico bombardeo orbital, despues del despliegue pero antes de iniciar la batalla con el siguiente perfil F8 FP3 alcance ilimitado *acobarda.
Ultramarines 1250 pts y Ángeles Oscuros 1250 pts V.S Corsarios Rojos 1250 pts y Guardia de la Muerte 1250 pts. Requisitos: Sistema etc, los imperiales tienen prohibido el uso de capsulas de desembarco. Cada facción dispondra de 1d3 Bombardeos orbitales con el siguiente perfil Alcance ilimitado F 8 FP 3 área grande *acobarda, que se resolverán alternativamente después de colocar los infiltradores y antes de empezar la partida. ( Esta partida deberá jugarse después de haber jugado el desembarco orbital pendiente del capitulo 2.)
Ultramarines 1850 pts V.S Guardia de la Muerte 1850. Requisitos: Misión Guerra eterna la Reliquia,
los ultramarines deberan incluir todas las unidades del tipo infanteria con trasportes asignados, No se permite el uso de capsulas ni de unidades que entren por despliegue rapido para el bando imperial. La Guardia de la Muerte solo podra dejar un maximo de dos unidades en la reserva, el resto debera ser desplegado en mesa, las unidades forzadas a entrar desde la reserva podran hacerlo sin contar para ese máximo.
Guardia Traidora 1500 V.S Ángeles Oscuros 1500: Requisitos: Sistema etc. Los Ángeles Oscuros no podrán utilizar cápsulas de desembarco, ni unidades de despliegue rápido. La Guardia Traidora deberá incluir una fortificación de cualquier tipo.
-------------------------------------Batallas de Hydra Cordatus-------------------------------------
Paladines Imperiales 1850pts V.S Khorne Daemonkin 1500pts Requisitos: Mision de guerra eterna cruzada, Las miniaturas de Khorne Daemonkin con la regla especial *demonio, tienen la regla oleada por lo que cuando una unidad sea completamente destruida entrara al inicio de su siguiente turno mediante despliegue rapido. La partida tendra la regla combate nocturno durante el primer turno y se librara a la distancia de 5 turnos.
Paladines Imperiales 1850 pts V.S Marines Espaciales del Caos 1850 pts. Requisitos: Sistema etc.
Se permiten alianzas del codex guardia imperial a cada uno de los ejercitos, considerandose hermanos de batalla, Se permitira el uso de un único bastión o linea aegis a cada uno de los ejercitos de forma gratuita pero pagando el coste de las mejoras.
Guardia Imperial 1850 pts V.S Guardia Traidora 1850 pts. Requisitos: Sistema etc, debera incluirse un caballero imperial por facción.
El ultimó recuerdo del astropata era como le desgarraban cientos de garras y era devorado vivo por la marea zombie.
La Terminus Est se colocó a la vanguardia de la larga línea de naves , una inmensa flota variopinta de naves de aspecto pútrido avanzaba en formación de lanza con la infame fragata de Typhus al frente. Thypus se encontraba delante de la bóveda observando el mundo distante en el centro de la panorámica, una cohorte de exterminadores se encontraban tras el, así como sus hechiceros y sirvientes abotargados y retorcidos cubiertos de pústulas. Su viaje había salido según lo previsto, había sido reacio a aceptar las demandas del saqueador, ese bastardo se creía con autoridad sobre todos, pero el sabía que no, y el haberse demorado en hacer su aparición le divertía y servia como muestra de rebeldía a partes iguales. El solo le debía su servicio al padre Nurgle, era el portador del enjambre destructor y el heraldo de la plaga, y sin duda todos los asaltos a las lineas de suministros imperiales le habían servido tanto para aislar y debilitar a las fuerzas imperiales como para aumentar de una forma formidable el tamaño de sus hordas de zombis de plaga, disponía de millones de esos seres y la presencia de su partida de marines de plaga era suficiente numerosa como para equipararse al tamaño de los capítulos de perros del falso emperador desplegados en Hydra Cordatus. El padre Nurgle había ocultado la presencia de su flota y eso le había permitido propagar la plaga sin peligro de ser detectado a cuantas naves se pusieran en su rumbo, ahora era el momento de lanzar su asalto y romper la guerra en tablas en la superficie del planeta.
Typhus se recostó sobre su trono, un trono orgánico segregando pus y limo, cubierto de llagas, con la miasma verdosa en torno a el, decenas de diminutos nurgletes se reían y acariciaban las grebas y botas blindadas de su señor, mientras adoradores abotargados y cubiertos de heridas sangrantes se arrastraban y canturreaban en la lengua maldita del caos. El portón metálico y cubierto de corrosión se cerró tras la decena de exterminadores que irrumpieron en la sala de meditación de Typhus. Los enormes exterminadores portaban guadañas de aspecto impío y armaduras descomunales cubiertas de oxido y chorretones. Recorrieron el camino hasta el frontal de su señor y se detuvieron, solo uno siguiendo avanzando y después de tres pasos mas, se inclinó ante Typhus.
- Mi señor, las naves de descenso están preparadas tal y como ordenasteis, nos encontramos en posición de iniciar el asalto sobre la zona establecida tal y como estaba marcado.- la voz del capitán de los guardianes de tumbas sonó guturalmente enferma. Typhus se levantó inclinando la cabeza hacía el capitán de su escolta.
- No vamos a descender en la zona que había prevista- Typhus parecía divertirse. -El descenso se efectuara tras las lineas imperiales de Hydra Minor, hay mucho que hacer en Hydra Minor, dejemos a Abaddon y Kharn librar su guerra en Hydra Cordatus algún tiempo mas.
- Pero mi señor estamos sobre Hydra Cordatus, el saqueador demanda...- La guadaña destripadora atravesó el pecho del exterminador brotándole por la espalda, con un gesto violento levanto el arma con un fuerte tirón hacía arriba abriendo en dos el torso y la cabeza del antes capitán de su escolta. El resto de exterminadores sonrieron devolviéndose miradas complices, Typhus habló de nuevo al grupo de Guardianes de la muerte.
- Solo el padre puede dictar su voluntad, si Abaddon solicita nuestra presencia la tendrá, pero sera donde el padre decida, Cirross hijo mio levantate- otro exterminador se acerco a Typhus, escupió sobre el cuerpo del ex capitán destrozado y se inclino ante el heraldo de nurgle con una reverencia.
- Que la flota se prepare para el salto a la disformidad y el despliegue inmediato en Hydra Minor, el padre sospecha que el futuro de la campaña depende de propagar nuestra bendición sobre ese mundo- Typhus volvió a recostarse sobre su trono. Cirros volvió a la formación y elevó su guadaña como señal de saludo, después salieron de la sala.
El portador del enjambre destructor permanecía en su trono, acariciando un nurglete, una voz le invadió la psique.
- As obrado bien Typhus, as obrado bien...-
- Lo sé , padre.-"
La situación de la contienda se acercaba a su punto de mayor dureza, las fuerzas de los Ultramarines habían sido reforzadas tras el descalabro de Hydra Xylen con la presencia de casi la totalidad de su capitulo. La Roca con el grueso de los Angeles Oscuros había irrumpido en el sistema también y varias peticiones de refuerzos habían sido atendidas y mas fuerzas imperiales se dirigían al sector.
La legión Alfa había sido aplastada, los eldar habían causado un daño terrible en la batalla de Hydra Cordatus y el cerco a la capital por parte de las fuerzas traidoras había perdido ímpetu. Pero la situación distaba mucho de ser favorable. Hydra Xylen se había perdido con el despertar de un mundo necrón y la posibilidad de recuperar las forjas en su superficie se habían perdido para siempre cuando las tormentas disformes habían bloqueado cualquier posible ruta hacia el mundo. Las fuerzas renegadas del caos habían destruido dos de las tres lunas de Hydra Minor, y la luna que quedaba en manos imperiales servía de punto base para el asalto orbital sobre la capital planetaria por parte de los Ultramarines y los Ángeles Oscuros, donde los regimientos renegados de la guardia traidora y los Corsarios Rojos habían levantado una red de bastiones y fortificaciones. En Hydra Cordatus la batalla seguía siendo encarnizada a pesar de que los eldar hubieran ayudado de imprevisto a las fuerzas imperiales, tan rápido como los xenos habían aparecido, se marcharon después, y a pesar de aliviar la presión de las fuerzas del caos, los defensores habían perdido los suministros que tenían que haber recibido en las últimas semanas, debido a la desaparición de los cargueros en mitad del espacio de forma misteriosa. Los batallones de la guardia imperial se encontraban al borde del colapso, el capitulo de los Paladines Imperiales había sufrido bajas horribles intentando mantener la línea antes los asaltos de berserkes enloquecidos, y una fuerza blindada con los colores de la Legión Negra había penetrado doscientos cincuenta kilometros en el margen sur de la red de defensas imperiales. La situación era terrible, un pulso entre la férrea determinación imperial, y la corrupción indomable del caos.
Las dos fuerzas se preparaban ahora para sus respectivos planes y ofensivas y el destino de ese sector de la galaxia se encontraba en los fuegos de la destrucción ante la mirada cruel de los dioses sedientos de sangre y la fe inquebrantable en el dios emperador.
BATALLAS A DISPUTAR.
---------------------------------------Batallas de Hydra Minor-------------------------------------------------
Ángeles Oscuros 1250 pts y Ultramarines 1250 V.S Corsarios Rojos y Guardia Traidora hasta 2500 pts en cualquier combinacion. Requisitos: Sistema etc, las fuerzas imperiales deberán entrar en juego utilizando la regla asalto orbital, la facción del caos deberá incluir 2 fortalezas sin coste en puntos de ningún tipo, las fuerzas imperiales podran efectuar un unico bombardeo orbital, despues del despliegue pero antes de iniciar la batalla con el siguiente perfil F8 FP3 alcance ilimitado *acobarda.
Ultramarines 1250 pts y Ángeles Oscuros 1250 pts V.S Corsarios Rojos 1250 pts y Guardia de la Muerte 1250 pts. Requisitos: Sistema etc, los imperiales tienen prohibido el uso de capsulas de desembarco. Cada facción dispondra de 1d3 Bombardeos orbitales con el siguiente perfil Alcance ilimitado F 8 FP 3 área grande *acobarda, que se resolverán alternativamente después de colocar los infiltradores y antes de empezar la partida. ( Esta partida deberá jugarse después de haber jugado el desembarco orbital pendiente del capitulo 2.)
Ultramarines 1850 pts V.S Guardia de la Muerte 1850. Requisitos: Misión Guerra eterna la Reliquia,
los ultramarines deberan incluir todas las unidades del tipo infanteria con trasportes asignados, No se permite el uso de capsulas ni de unidades que entren por despliegue rapido para el bando imperial. La Guardia de la Muerte solo podra dejar un maximo de dos unidades en la reserva, el resto debera ser desplegado en mesa, las unidades forzadas a entrar desde la reserva podran hacerlo sin contar para ese máximo.
Guardia Traidora 1500 V.S Ángeles Oscuros 1500: Requisitos: Sistema etc. Los Ángeles Oscuros no podrán utilizar cápsulas de desembarco, ni unidades de despliegue rápido. La Guardia Traidora deberá incluir una fortificación de cualquier tipo.
-------------------------------------Batallas de Hydra Cordatus-------------------------------------
Paladines Imperiales 1850pts V.S Khorne Daemonkin 1500pts Requisitos: Mision de guerra eterna cruzada, Las miniaturas de Khorne Daemonkin con la regla especial *demonio, tienen la regla oleada por lo que cuando una unidad sea completamente destruida entrara al inicio de su siguiente turno mediante despliegue rapido. La partida tendra la regla combate nocturno durante el primer turno y se librara a la distancia de 5 turnos.
Paladines Imperiales 1850 pts V.S Marines Espaciales del Caos 1850 pts. Requisitos: Sistema etc.
Se permiten alianzas del codex guardia imperial a cada uno de los ejercitos, considerandose hermanos de batalla, Se permitira el uso de un único bastión o linea aegis a cada uno de los ejercitos de forma gratuita pero pagando el coste de las mejoras.
Guardia Imperial 1850 pts V.S Guardia Traidora 1850 pts. Requisitos: Sistema etc, debera incluirse un caballero imperial por facción.
SECTOR HYDRA CORDATUS |
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