jueves, 24 de septiembre de 2015

CAPITULO 3.1 EL DESCENSO

"El velo de la realidad se convulsiono a medida que más y más barcazas de batalla atravesaban el espacio entre el inmaterium y el plano real sobre la órbita de Hydra Minor y comenzaban su desaceleración para posicionarse en formación de desembarco. Sar Azazel había dispuesto de escaso tiempo para preparar el planeamiento de batalla. El capellan Cassius y el capitán Sicarius habían recibido ordenes directas de Marneus Calgar de dirigir las operaciones para romper el estancamiento de Hydra Cordatus y habían partido de inmediato al frente de cuatrocientos ultramarines con la casi totalidad de elementos y medios para asaltos planetarios. Aún así, el señor Calgar había dispuesto una segunda oleada de refuerzo al mando de Tigurius, que desembarcaría tras los ángeles y se encargaría de proyectar su puño blindado contra las posiciones de los traidores en varias puntas de lanza mecanizadas. Eso no había tranquilizado a Azazel, el señor de la tercera compañía, estaba inquieto, debía estirar su capacidad de despliegue a limites cuanto menos, precarios, y el peso del asalto a la red de nódulos y posiciones defensivas recaía sobre los Ángeles Oscuros. La inmensa cantidad de barcazas de batalla del capitulo que estaban agrupándose en torno a la "Retribución" solo representaba que la vanguardia de la flota que precedía a la Roca, se preparaba para apoyar el asalto de la tercera de forma masiva.
El lanzamiento se produjo de forma brutal, una lluvia de cápsulas envueltas en llamas atravesaron la atmósfera como una lluvia de meteoritos densa hacía el corazón de la fortaleza enemiga. Los bombardeos previos habían obligado a algunas tropas de soldados renegados a guarecerse tras las lineas de ferrocemento y parapetos, pero se mostraron inútiles a la hora de atravesar los enormes muros y torres del complejo fortificado enemigo, los lectores de la cápsula de Azazel eran claros y precisos, el objetivo de la primera tanda de astartes caía sobre las lineas defensivas de guardias traidores, justo en la cara de la fortaleza, donde el fuego enemigo seria mas intenso y el combate mas encarnizado, varios estruendos y ruidos metálicos acompañados del bamboleo de la cápsula fueron la bienvenida a medida que el transporte acortaba los últimos metros de separación ante su inminente impacto en la superficie. La cápsula se poso suavemente tras un frenado brusco, las puertas se abrieron soltando una leve pizca de gas acompañadas de un chasquido. La tormenta resultante fue terrible y ensordecedora, los Ángeles Oscuros emergieron del interior de las cápsulas disparando implacablemente mientras se desplegaban disciplinadamente a izquierda y derecha formando un cordón en torno a las posiciones de los defensores que aturdidos intentaban lanzar una lluvia de descargas laser y proyectiles pesados sobre los astartes, Ázazel se encargaba de dirigir el fuego de sus hermanos, al mismo tiempo que observaba como el anillo perimétrico de asedio se cerraba completamente cuando el dreadnought Nesit ocupo posiciones de purificación a su derecha. Los humanos traidores eran masacrados por fuego de bolter con pasmosa facilidad, una docena de humanos ardían y se revolcaban por el suelo implorándole ayuda a sus falsos dioses, mientras el dreadnought avanzaba llenando la posición defensiva de prometio ardiente.

-Seguid avanzando, la segunda oleada esta entrando en la atmosfera- dijo Azazel a su linea de batalla, mientras disparaba su combigrav en modalidad bolter sobre los guardias imperiales traidores que se replegaban, reventandoles las espaldas y esparciendo los cuerpos en una irregular hilera. 
- Señor ocupada linea periférica, purificado objetivo uno.- informo el sargento Repent por la estática interna. Azazel siguio avanzando, se detuvo a cincuenta metros de uno de los muros periféricos, cuando el impacto de un cañon laser y varios chorros de plasma arrancaron parte de la mampostería a su izquierda, y convirtieron a dos de sus astartes en pulpa antes de que alcanzaran la cobertura. El hermano Serniel, se incorporo sobre el murete de plastoacero y comenzó a lanzar descargas de energías grav sobre la fortaleza, pero las descargas no la alcanzaron, allá donde impactaban las descargas se manifestaban ondas azules que se expandían concentricamente revelando la presencía de escudos de vacio. -¡Mierda!, nuestras armas no le afectan- exclamó el devastador. Otro aluvión  de fusilería y armas pesadas, se estrello contra los parapetos donde los Ángeles Oscuros permanecían a cubierto. -¿Donde se encuentran las cápsulas, donde esta la segunda oleada?- Azazel permanecía a cubierto asomándose esporádicamente sobre el parapeto para abrir fuego sobre los renegados que se atrevían a asomarse para intercambiar fuego, un silbido le saco de su ensimismamiento, la voz del sargento Efriel inundo las transmisiones internas..-¡Morteros!- una serie de explosiones el linea se sucedieron recorriendo la linea de cerco de los astartes, tierra y piedra salto en todas direcciones, Azazel pudo ver al hermano Mormond salir volando de espaldas varios metros y golpearse la cabeza contra los restos de un muro de hormigón, seguidamente se incorporo se sacudió el polvo y siguió devolviendo el fuego contra los traidores, a pesar de que los escudos de vacío los hacia inmunes. Otra andanada de morteros comenzó a caer sobre los astartes, pero esta fue mas breve que la anterior, de la zona donde los morteros abrían fuego solo quedo un resplandor tenue cuando los guardias traidores fueron cubiertos de prometio por el dreadnought y sus cuerpos carbonizados fueron pisados por el enorme bípode adamantino. El hermano epistolario Remiel canalizó las energias telepáticas de su psíque y envolvió a la unidad devastadora con energías oscuras, momentos antes de que una luz cegadora seguida de un estruendo apocalíptico le destrozara los tímpanos, el macrocañón áquila rugió destrozando a aquellos desafortunados marines espaciales que se encontraban en el epicentro de la deflagración, cuatro hermanos de batalla habían sido directamente esparcidos en trozos sanguinolentos, y otros dos desaparecieron desintegrados, otra descarga de plasma pero desde atrás anunció la llegada de los refuerzos del enemigo, los exterminadores del caos avanzaron lanzando descargas desde la retaguardia , así como un enorme tanque superpesado baneblade descendió desde la elevación de terreno del flanco de las posiciones exteriores. 
-Señor, al habla Anaella- el señor de la compañía reconoció la voz de la capitana del Retribución. -Informe capitana- la voz de Azazel le llego con el crepitar de los combates inundando el vox.
-Fuerzas sin confirmar de marines espaciales del caos se están desplegando al sur de su posición, su retaguardia esta comprometida-
-¡¿Donde esta la segunda oleada?!- 
-La segunda oleada está a dos minutos de tocar superficie señor, así mismo informo de que e variado sus datos de lanzamiento para hacer frente a la nueva amenaza en su retaguardia-
Anaella jamás se tomaba la libertad de hacer variaciones más allá de las ordenes concernientes a su barcaza, pero Azazel no tuvo tiempo de preguntar.
-Señor el ala de muerte se esta teleportando inminentemente para reforzar su línea, es por eso que me he tomado la libertad de...-
-Excelente capitana- corto Azazel.
- Señor los ultramarines están desembarcando su contingente en una zona segura a ochenta y seis kilometros de su posición, las thunderhawk de nuestra segunda compañía y elementos de la cuarta y la quinta, estan haciendo lo mismo mas al norte-
-Perfecto- Azazel seguía dirigiendo el cerco, cuando varias capsulas de desembarco se estrellaron en su retaguardia tras la linea de acantilados, al mismo tiempo las energías crepitantes de la teleportación se dispersaron revelando la presencia de enormes figuras de color hueso, que comenzaron a correr pesadamente hacía los flancos de la fortaleza y el enorme baneblade mientras disparaban una tormenta de proyectiles pesados sobre sus objetivos, en el centro de los exterminadores un muro de escudos precedía a los caballeros del ala de muerte que giraban sobre sus cabezas sus enormes mazas generando una nube de incienso sagrado, comandandolos Azazel  pudo distinguir al bibliotecario Jeremiah con su enorme bastón psíquico en alto, otra descarga de macrocañon se estrello dando la bienvenida a los recién llegados, que quedaron cubiertos de polvo y humo, otra explosión mas y otra mas se sucedieron contra la formación de exterminadores cuando los sistemas de armas y cañones del baneblade abrieron fuego sobre ellos, el humo se disipo los exterminadores seguían a la carrera activando sus puños sierra, solo dos de ellos habían caído tras la andanada de explosiones, un vendetta cruzo el cielo haciendo un picado y volatilizando el dreadnought Nesit, más y más ráfagas salían de las aspilleras de la enorme fortaleza, un chorro de plasma alcanzo a Azazel en la hombrera, desprendiendo la ceramita en un chorreon fundido y abrasándole la carne del hombro, su servoarmadura envió analgésicos y el dolor se esfumo mientras la piel comenzaba a cicatrizar. El día estaba siendo demasiado largo....el día mas largo.
El señor del caos extrajo su cuchilla del vientre del ángel oscuro, al tiempo que esquivaba una cuchillada al cuello de otro de ellos, y describía un tajo descendente con su espada asesina abriendo al astartes desde la clavícula hasta la cadera como si fuese mantequilla. Sus rapaces estaban luchando mano a mano contra aquellos perros del falso emperador, ruido de sierras rugiendo, huesos al romperse, y vísceras desparramarse sobre el suelo, todo era sumamente placentero, delante de el un sargento cubierto con túnica de color hueso portando una espada sierra le invitaba a probar fortuna, el señor del caos sonrió, se paso la lengua por los afilados dientes a modo de mueca burlona y se abalanzó sobre el, el combate duro una fracción de segundo, la cabeza del ángel oscuro cayó rodando mientras el cuerpo aun de pie blandiendo la espada se desplomo instantes después. El señor del caos sintió como un escalofrió excitante le recorría la espina dorsal aumentando su fortaleza y avidez de sensaciones, a su alrededor los ángeles oscuros seguían enfrascados en un tiroteo contra unidades dispersas de sus legionarios, pero llegados a ese punto ya no le importaba, solo la matanza fina y exquisita, el sonido de la vida que expira, podían sustentarlo ahora. Una escuadra de marines de asalto leales con armaduras verde oscuro cayeron sobre ellos, sus rapaces y los soldados de asalto se enfrascaron en un violento combate, busco en el nuevo grupo de contendientes alguien lo suficiente digno como para batirse con el, alguien a quien mereciera la pena matar, uno de sus rapaces cayó al lado suya con el casco partido en dos y restos de carne deformada dentro, un ángel oscuro que ocultaba su yelmo bajo una capucha y blandía una enorme espada de energía azul a dos manos, le miraba desafiante, mientras se desplazaba en círculos alrededor de él.
- Por fín alguien digno a quien matar.- las palabras del guerrero corrupto brotaron amargas.
El ángel oscuro no contesto, el señor del caos se lanzo con la garra en alto directamente hacia la cabeza del astartes lanzando un golpe recto con las cuchillas en punta, con una inclinación el ángel consiguió fintar el directo, al tiempo que lanzaba una estocada al vientre del traidor solo para ser detenida por la espada asesina que portaba en la otra mano, el señor del caos deslizo su espada sobre la espada del ángel oscuro, saltando chispas que quemaron la túnica del leal y haciéndole un corte en el antebrazo, el ángel oscuro retrocedió unos pasos y mantuvo la espada al frente mientras el señor del caos le dedicaba otra sonrisa.
-Primera sangre para mí- una lengua serpentina distinta a la que había enseñado anteriormente acompaño esas palabras con un siseo.
El ángel oscuro se lanzó esta vez con un arco descendente, el señor del caos cruzo su espada a la horizontal deteniendo el golpe y lanzó una patada baja al lateral de la pierna del leal haciendole doblarla e hincar la rodilla, el ángel oscuro recogió el golpe previo de su espada y la lanzo otra vez  en un arco horizontal, el señor del caos agarro la espada con su cuchilla relámpago,  giro la muñeza retorciendo el brazo del astartes que se negaba a soltar su espada de energía, y con la espada asesina corto a la vertical amputando el brazo del marine leal a la altura del codo, después propinó una patada al pecho y lanzó al ángel varios metros hacía atrás derribándolo boca arriba.
El ángel oscuro notaba como sus pulmones estaban encharcados por su propia sangre, veía como el señor del caos andaba hacía el desmembrando a cuantos marines de asalto saltaban a impedírselo. Sacó fuerzas de flaqueza, desenfundo su pistola bolter, la alzo , apunto.... vio su propio cuerpo sin cabeza caer a un lado,  desde su perspectiva visual, después su mundo se apago.
El señor del caos lamió la cabeza del guerrero decapitado antes de colgarla en su cinto, varias descargas de energía grav, y bolter impactaron y atravesaron su armadura, haciendole grandes orificios, con un placer indescriptible el señor del caos activo su mochila de salto y se marcho entre las humaredas riendo frenéticamente dominado por el éxtasis.
En otra parte del campo de batalla, la fortaleza enemiga sitiada resistía impasible el cerco de los ángeles oscuros, los escudos de vacío crepitaron esforzadamente pero aguantaron el castigo.
Todo lo que no estaba dentro del formidable bastión gargantuesco había sido destruido, un crater colosal decoraba la posición donde los exterminadores habían acabado con el baneblade renegado, y restos de fuselaje de las vendettas enemigas y cuerpos masacrados de traidores  acompañados de los restos de decenas de marines leales pintaban el campo de batalla de colores en un panorama dantesco. Los ángeles oscuros disparaban un aluvión de proyectiles sobre los escudos de vacío de las murallas sin resultados, mientras el macrocañon aquila cantaba su letanía de muerte sobre los parapetos de asedio de forma esporadica. La estela lejana de las cañoneras que volvían a superficie tras descargar mas y mas efectivos en la superficie del planeta de forma apresurada, demostraba, que las demás zonas de desembarco habían sido bien aprovechadas gracias a la entrega de la tercera compañía en el asedio a la principal fortaleza del planeta, pero el asedio estaba en un punto muerto.
- Anaella, al habla Azazel, necesito bombardeo orbital concentrado sobre objetivo prioritario, enviando datos de localización.-
- ¡Estamos siendo atacados, repito, estamos siendo atacados!- la voz de Anaella se mostraba desesperada. Inmediatamente una fragata ligera atravesó la capa de nubes envuelta en llamas y en explosiones azuladas y detono a seiscientos kilómetros sobre la superficie tiñendo el cielo de destellos azules y llamas en un increíble espectáculo de pirotecnia titánico.
-¡Anaella informe!- Azazel se recostó a cubierto tras la cresta de roca, mientras el macrocañon seguía efectuando disparos esporádicos sobre las posiciones.
- Una....ssshhhs .....una enorme.......flo......parece........de la muerte.....minus est....maniobras de evasión......eplegamos....la Laza de Intuición , el Orgullo del León, ..... perdidas........shhhh shhh....
estáis solos mi señor´.....shhhs ..los contendremos...... conso.......el......neta......a Roca....llegará......res....resistid!...shhh- la confusa comunicación ensombreció el corazón de Azazel, una luz cegadora inundo todo el enorme páramo cuando la fortaleza Áquila se consumió en una enorme deflagración interna contenida por sus campos de vació. Azazel sopesó sus opciones ante los restos de la enorme fortaleza que ahora le había sido negada.

Los Ángeles Oscuros y los Ultramarines que habían tomado tierra en Hydra Minor se habían visto aislados de su flota cuando los enormes cruceros y fragatas de la Guardia de la Muerte atacaron de forma masiva su formación en orbita, con la Roca aún en camino, la mitad de la flota de ultramar dirigiendose a Hydra Cordatus y solo una decena de barcazas y fragatas de ambos capitulos, el grupo de naves astartes se vieron obligadas a replegarse haciendo una maniobra de contención precaria ante la muy superior flota de plaga. Ahora la tercera compañía de los ángeles oscuros, algunos efectivos del ala de muerte,  el ala de cuervo, y miembros de la cuarta compañia, mas una compañía blindada de ultramarines, se reagruparon en torno a la zona de desembarco, sin ningún tipo de apoyo, salvo las aeronaves que permanecieron en el planeta cuando se estaba iniciando la batalla orbital entre las flotas. Medio millar de astartes leales, en un planeta, hostil, tendrían que actuar con decisión para descabezar a los traidores, antes de que se aprovecharan de la situación.

"Una enorme mano cubierta con un guantelete acariciaba mimosamente al nurglete, mientras los datos de la batalla espacial se dibujaban en una holopantalla que iluminaba con luz tenue la enfermiza sala. Typhus permanecía sentado en su trono orgánico repleto de pus y heces.
-Señor los planes se han llevado a cabo de forma perfecta...la entidad oscura, a accedido a sellar el pacto, se compromete a verter la sangre de la legión de Guilliman tal como acordasteis- la voz del acólito era siseante y maligna, y a Typhus le divertía bastante. El heraldo de nurgle se acomodo aún más en su trono y siguió acariciando a su adorado nurglete.
-Excelente, el padre esta feliz, por los exitos a la hora de cumplir su voluntad, iniciad el ataque en cuanto los ultramarines abandonen la zona de partida- 
-Como ordeneis excelencia- el acólito se giro y se mezclo con las sombras.
Typhus hablo entre dientes.
- Lo ves padre, lo ves, solo tu amor fecunda los planes mas maravillosos, la plaga debe extenderse-
Thypus comenzó a reirse, miles de moscas salieron por los orificios de su armadura inundando la sala acompañadas de su risa frenética."

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