"La mañana llegaba a su fin cuando alcanzaron las ruinas del viejo monasterio imperial.
Lucius se encontraba con los miembros del culto del éxtasis y varias bandas de hijos del emperador, en aquella extraña y peculiar zona, defensiva, donde la ostentación y la profanación servían mas al deleite de sus sentidos ávidos de sensaciones que a una verdadera estrategia de defensa.
Había desplegado sus tropas al sur de las ruinas, ocultas entre algunas arboledas y tenia pequeños grupos de cultistas hacia el Norte vigilando flanqueos.
Al Oeste la mancha azul que suponían ser los Ultramarines empezaba a dejar ver sus detalles, el despliegue en guerrilla ocupando el horizonte no ocultaba sorpresas, tras varios desastres los ultramarines querían venganza.
En el mismo momento que iba a dar la orden de avance, varias cápsulas cayeron en mitad de la formación.
Lucius sonrió mientras veía algunas escuadras de ultramarines entrar en la arboleda mientras disparaban a nadie.
- Avance directo, hasta el asalto - ordenó Lucius al jefe de su escolta.
- Señor, hay tropas en mitad del despliegue - llego a decir antes de ser abofeteado.
- Kyzabiss se encargará de ellos, Avance total. La voz de Lucius era una armonía sibilante.
La transmisión llego a las primeras líneas, empezaron andando, al trote y una pequeña carrera antes de encender los retroreactores, las compañías de rapaxes avanzaron flanqueadas por escuadrones de motos y en el centro una decena de rhinos con Lucius y varias escuadras de ruidosos.
La línea de la cuarta compañía hizo alto y empezó a hacer fuego simultáneo, una sinfonía de muerte que dejaba un rastro de rapaxes por el camino, detrás de la capilla en la ruina de las antiguas celdas un grupo de devastadores empezó a disparar sus cañones láser, un fuego lento, pausado pero terriblemente preciso, los escuadrones de motos vomitaron plasma y la línea azul empezó a tambalearse, entonces empezó el desastre, un escuadrón aéreo de Tres Storm Raven y unos treinta Stormtalon apareció encima de la línea de Rhinos, el fuego dejo racheado y se convirtió en una mortal tormenta, compañías enteras de asalto eran despedazadas en segundos, desde el norte los cultistas informaban de la llegada a toda velocidad de varios Land Raider escoltados por Landspeeder.
Lucius entro en las ruinas a tiempo de esquivar la tormenta, a través de las ruinas vio un capellán de los ultramarines investigar la entrada del templo, avanzaron sigilosos, cuando faltaban menos de tres metros Kyzabiss el príncipe demonio irrumpió en el callejón, un giro de muñeca y el centurión más cercano fue destripado, un giro y otro centurión fue empalado, el capellán Craso pudo ver las cabezas de los sargentos enviados en cápsulas, su amigo Pelagius estaba allí.
El maldito demonio levanto la espada con el centurión aun empalado y lamió la sangre según caía Craso avanzó valientemente, pero con una rapidez inhumana el demonio libero la espada, esquivo sus disparos y le partió la espalda con las manos desnudas, todavía estaba vivo cuando su cuerpo fue usado para matar a golpes a su último escolta.
Con la misma violencia que había llegado Kyzabiss derrumbó el muro de la capilla y desapareció buscando más sangre.
Lucius maravillado por ese espectáculo de sangre se había quedado absorto,
- Tenemos que movernos señor - informo uno de sus escoltas antes de que su cabeza estallara, al girarse vio como un chorro de fuego quemaba a la mitad de su escolta, el techo se derrumbó sobre el resto de sus ruidosos bajo el fuego de un Stormtalon.
Lucius ciego de ira desenvaino la espada, encaró el Land Raider y avanzó, pero sus piernas no respondían, al mirar sorprendido vio lo que antes fue su pecho ahora se abría grotescamente un enorme agujero.
- arrummmm......- un doloroso gemido de placer se le escapo mientras caía.
El príncipe demonio seguía por la capilla matando a placer a cuantos marines encontraba, el éxtasis era inmenso, derribo otra pared buscando más sangre y placer. El fuego combinado de varios vehículos lo despedazo mientras reía placenteramente y eyaculaba entre orgasmos y convulsiones.
Cerca de él, el capitán Ventris miraba con tristeza el cadáver de Craso.
- Capitán, hay un núcleo de resistencia en las ruinas del este, hemos perdido varios vehículos.
- A toda la cuarta, fuego sobre las ruinas del este, echad abajo ese edificio contesto Ventris.
Sistemáticamente toda la potencia acorazada de los ultramarines barrio la zona.
En ese monasterio muerto los Ultramarines vengaron a sus hermanos.
En ese monasterio derruido la guerra empezó a cambiar."
La batalla final por la consolidación de Hydra Cordatus había comenzado, la flota de plaga sobre el planeta comenzo a ser dispersada, y a medida que el bloqueo se abría en varios puntos, los ultramarines y los ángeles oscuros comenzaron a recibir algunos refuerzos. Tras haber obligado a las fuerzas del caos a replegarse sufriendo catrastróficas perdidas, solo dos puntos de resistencia mantenían la presencia de los marines traidores sobre la superficie. Los regimientos de la guardia imperial traidora habían sido completamente destruidos. Solo una posición de la guardia de la muerte, y otra de los hijos del emperador, separaban al imperio de la completa toma de Hydra Minor. Las fuerzas imperiales se reforzaron desde sus barcazas en órbita, mientras que los cruceros y fragatas de combate mas pesadas expulsaban a parte de la flota de plaga en cruentos combates orbitales.
Con la llegada de refuerzos y el respiro de los ataques caóticos sobre la superficie, los ángeles oscuros y los ultramarines se dividieron en dos grupos de ataque. Con la firme disposición de dar un golpe final al enemigo, La cuarta compañía del capitán Uriel Ventris lanzó un ataque completo sobre las posiciones de los Hijos del emperador, mas al este, mientras que una fuerza de la segunda compañía del ala de cuervo se dirigía al norte a acabar con la presencia de los heraldos de la putrefacción. Al reabrirse el transito entre la superficie del planeta y la órbita la tercera compañía de batalla de los ángeles oscuros pudo volver a bordo de las barcazas con lo que la batalla orbital se decanto completamente del lado imperial. Solamente la terminus est y algunas naves del exceso de los hijos del emperador seguían en órbita baja dando un apoyo precario a sus unidades en tierra. La cuarta compañía de Uriel Ventris ataco con furia justiciera, un avance blindado terrible que se estrello contra las huestes del placer y aplasto a los traidores forzándoles a huir a órbita y partir de inmediato dejando atrás un coste terrible de bajas.
Ahora el ala de cuervo con el apoyo del caballero desarraigado "Redención Silenciosa" se preparaba para el golpe final contra los traidores.
"En un lugar al fondo de la oscura sala de la cámara del exceso dentro de la nave insignia de Lucius, los gritos de la docena de cuerpos que se derretían y burbujeaban mientras se soldaban y se unían de forma grotesca inundó la estancia. Alrededor de ellos varios hechiceros del caos con armaduras ornamentadas con formas falicas y rostros serpentinos entonaban cánticos lascivos mientras se elevaban en un estado de trance. Aun mas alrededor, cerrando un tercer anillo en torno al ritual, un séquito de marines ruidosos, tocaban sus amplificadores, creando una mezcla de aberrantes y eróticas melodías discordantes. En el centro, la masa de cuerpos se unió finalmente en una bulbosa masa de carne rosácea. A medida que la forma de la masa gelatinosa fue revelándose, se hizo manifiesta la forma de una servoarmadura, un látigo se retorcía chisporroteante, y un rostro adornado con cientos de cicratices que miraba a los presentes con dos ojos completamente negros termino de definirse con crepitantes descargas eléctricas de energías púrpuras.
-El principe oscuro, necesita deleitarse con el placer del que le hago partífice- Lucius dejó escapar una sonrisa con su boca carente de labios.
El resto de los presentes en la sala se arrodillaron ante su señor."
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